Nuevamente Honduras fue conmovida con el asesinato de valiosas(os) compatriotas: la comunicadora Luz Marina Paz Villalobos, los estudiantes Rafael Alejandro Vargas Castellanos y Carlos Humberto Pineda Rodríguez, el político Alfredo Landaverde, inmolados por el crimen organizado, entre otras personas muertas trágicamente en el curso de este 2011.
Incluso familias enteras fueron aniquiladas: Walter, Néstor y Rosibel de Figueroa.
¿Cuántos hondureños (as) continuarán pereciendo en la cada vez más peligrosa ruta mexicana en pos de un ya inexistente “sueño americano”?
Igualmente, se lamenta la ejecución de policías honestos fallecidos en el cumplimiento del deber, entre ellos Mártires Baquedano, Óscar Joel Mendoza, Edwin González.
Honduras pesa menos con el deceso del bardo Roberto Sosa, más apreciado y valorado fuera que dentro de su país.
El baño de sangre en el Bajo Aguán no cesará en tanto no se llegue algún día a la justicia agraria.
Periodistas y abogados son ahora las profesiones con mayor riesgo de encontrar una muerte violenta: Héctor Francisco Medina Polanco y Daysi Escoto López, respectivamente, son dos ejemplos de esta afirmación.
La comunidad universitaria deplora el fallecimiento de Francisco León Gómez, psiquiatra; Miguel Pineda, Miguel Ángel Fúnez, Marielos Mendoza, docentes.
Un representante de nuestras raíces autóctonas expiró: el cacique tolupán Julio Soto.
La diplomacia deplora la transición del abogado Rodolfo Rosales Abella, con quien tuve el honor de realizar investigación histórica en el Archivo General de Centroamérica.
Don Donato Fortín Pinel entregó su alma, mis condolencias a su esposa, Ing. Irma Acosta.
Igual pésame extiendo a la familia Young por la muerte de Dennis Gilberto.
El empresario Carlos Velasco Laínez fue sacrificado por el hampa.
Un brillante mílite, quien sí hizo suyo el lema institucional “Lealtad, Honor, Sacrificio” ya no está con nosotros: el general Álvaro Romero Salgado.
El ingeniero Juan Milla Bermúdez ha expirado, valioso elemento de su gremio.
Distinguidas damas se nos han ido: Gladys Bahr, mi solidaridad a su hijo Pablo; Blanca y Erlinda de Canahuati, Pilar Pina de Casanova, Doris Walter, Edith Santos de Kafati, Yolanda Brito de Santos, Rosy Walther de Ortman, Roseva Zúñiga Rosa. Todas ellas descansen en paz.
El periodista y locutor Rodolfo Brevé Martínez se distinguió en el ejercicio de la comunicación radial.
Extranjeros que hicieron de Honduras su segunda patria nos han dejado: José (Don Pepe) Barroso, Domingo Poerio, Mohadeo Roopchand (Emo).
Un recuerdo, una vivencia, una despedida, un consuelo, para todas y todos sus seres queridos, hoy compungidos ante lo ocurrido.
Adiós al cantautor Jerónimo Daniel González Andino (Jerónimo), quien encontró una inagotable fuente de inspiración y creatividad en las angustias cotidianas de nuestro pueblo, en sus sueños y luchas.