Ese tipo de cosas siguen ocurriendo con mucha frecuencia en la sociedad, pese a que los médicos han aclarado en varias ocasiones que el himen puede romperse con facilidad y no precisamente por sostener relaciones sexuales.
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Por otra parte, se sabe que también hay otras formas de mantener relaciones sin tener contacto vaginal, por lo que fiarse de la existencia de él tampoco es tan objetivo.
Por eso, a continuación te contamos cuáles son algunas de las verdades sobre el himen que todas las personas deberían conocer:
1. No todas las mujeres tienen himen
Antes que nada es necesario aclarar qué es el himen: es una membrana que se localiza en la entrada exterior de la vagina. Dicho tejido puede tener una o varias aberturas para permitir la salida de la menstruación y otros flujos.
Existen más de 10 tipos de himen, pero los médicos los han agrupado en tres grupos: crescente (forma de media luna), esférico y el festoneado, que simula la forma de una flor.
Otro punto importante que se debe saber es que no todos los hímenes son iguales, pues varían su tamaño, forma y grosor dependiendo la persona.
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Como lo mencionamos anteriormente, el himen se puede romper durante algún accidente o incluso hay mujeres que nacen sin él, por lo que la relación de esta membrana con la castidad está más que errada.
Además, hay registros médicos de que en muchos casos, algunas mujeres aún conservaron su himen incluso después de tener relaciones sexuales vaginalmente.
2. El sangrado después del sexo
Como el himen es una membrana compuesta por tejidos, es natural que tras romperse haya presencia de sangre dentro de la vagina, es esa misma sangre la que muchos consideran la prueba fehaciente de que la mujer era virgen, pero lo que no saben es que como explican algunos expertos, hay casos en los que tras romperse, no hubo presencia de sangre o esta se quedó retenida dentro de las paredes vaginales.
Función
Por muchos años la verdadera utilidad de esta membrana fue objeto de incógnita para los médicos, pero tras numerosos estudios se ha logrado determinar que durante la niñez el himen tiene la función de servir como capa protectora a la cavidad vaginal, pues la protege de agentes externos que podrían ser perjudiciales.LE PUEDE INTERESAR: Cinco hábitos para cuidar la salud sexual femenina
En muchos de los casos, las mujeres nacen con un himen totalmente cerrado, el cual se denomina 'imperforado' y se va abriendo de forma natural a medida van creciendo para dar paso a la llegada del ciclo menstrual, sin embargo, en algunos casos muy poco frecuentes es necesaria la intervención quirúrgica para este proceso.
En resumen, la función del himen es servir como protección a la vagina, la cual al llegar a ser adolescente o adulta la proporciona la flora vaginal que aparece en edades más avanzadas.