WASHINGTON, Estados Unidos
Un agente antidrogas estadounidense ordenó abrir fuego desde un helicóptero durante una operación en que cuatro civiles resultaron muertos en Honduras, incluyendo dos mujeres embarazadas, de acuerdo con un informe gubernamental divulgado este miércoles.
Las oficinas de los inspectores de los departamentos de Estado y de Justicia de Estados Unidos criticaron el papel de ese agente de la Agencia Antidrogas (DEA, en inglés) por el desastre en que terminó una operación en Ahuas, Honduras, en mayo de 2012.
En la madrugada de ese día, equipos de la DEA y de la policía de Honduras acompañaban un bote cargado de cocaína que habían decomisado a narcotraficantes en el río Patuca.
Sin embargo, el motor del bote dejó de funcionar y el navío terminó chocando con un taxi acuático que llevaba 16 personas.
En ese instante, agentes efectuaron disparos desde un bote próximo y desde un helicóptero del Departamento de Estado.
Como consecuencia de los tiros murieron un adolescente de 14 años; Emerson Martínez (de 21 años), Juana Jackson (de 28) y Candelaria Pratt Nelson (de 48).
De acuerdo con familiares, las dos mujeres estaban embarazadas.
Inicialmente los agentes dijeron que escucharon disparos desde el taxi acuático y respondieron en defensa, aunque, según esta versión, solamente efectuaron disparos los soldados hondureños ya que los agentes de la DEA estaban allí en papel de asesores.
Sin embargo, el informe divulgado este miércoles revela que imágenes que fueron tomadas desde un avión de patrulla de la Guardia Fronteriza estadounidense muestran que no hubo disparos desde el taxi acuático, donde ni siquiera había personas armadas.
En el informe de 424 páginas, las autoridades estadounidenses apuntaron que los agentes de la DEA tuvieron un papel central en la ejecución de la operación y que uno de esos oficiales fue quien dio la orden de abrir fuego desde el helicóptero.
El documento recomienda que los agentes de la DEA que operen en otros países sean mejor entrenados para actuar junto a fuerzas locales, y que haya procedimientos más claros para investigar la conducta de esos agentes en caso de incidentes con muertos.
La portavoz de l a DEA, Barbara Carreno, dijo que en los cinco años que transcurrieron desde ese incidente en Honduras la agencia introdujo numerosos cambios en los procedimientos, y que ese equipo en particular ya no actúa en el extranjero.
'Estamos de acuerdo con las recomendaciones (del informe) y estamos trabajando para aplicarlas', dijo.
Un agente antidrogas estadounidense ordenó abrir fuego desde un helicóptero durante una operación en que cuatro civiles resultaron muertos en Honduras, incluyendo dos mujeres embarazadas, de acuerdo con un informe gubernamental divulgado este miércoles.
Las oficinas de los inspectores de los departamentos de Estado y de Justicia de Estados Unidos criticaron el papel de ese agente de la Agencia Antidrogas (DEA, en inglés) por el desastre en que terminó una operación en Ahuas, Honduras, en mayo de 2012.
En la madrugada de ese día, equipos de la DEA y de la policía de Honduras acompañaban un bote cargado de cocaína que habían decomisado a narcotraficantes en el río Patuca.
Sin embargo, el motor del bote dejó de funcionar y el navío terminó chocando con un taxi acuático que llevaba 16 personas.
En ese instante, agentes efectuaron disparos desde un bote próximo y desde un helicóptero del Departamento de Estado.
Como consecuencia de los tiros murieron un adolescente de 14 años; Emerson Martínez (de 21 años), Juana Jackson (de 28) y Candelaria Pratt Nelson (de 48).
De acuerdo con familiares, las dos mujeres estaban embarazadas.
Inicialmente los agentes dijeron que escucharon disparos desde el taxi acuático y respondieron en defensa, aunque, según esta versión, solamente efectuaron disparos los soldados hondureños ya que los agentes de la DEA estaban allí en papel de asesores.
Sin embargo, el informe divulgado este miércoles revela que imágenes que fueron tomadas desde un avión de patrulla de la Guardia Fronteriza estadounidense muestran que no hubo disparos desde el taxi acuático, donde ni siquiera había personas armadas.
En el informe de 424 páginas, las autoridades estadounidenses apuntaron que los agentes de la DEA tuvieron un papel central en la ejecución de la operación y que uno de esos oficiales fue quien dio la orden de abrir fuego desde el helicóptero.
El documento recomienda que los agentes de la DEA que operen en otros países sean mejor entrenados para actuar junto a fuerzas locales, y que haya procedimientos más claros para investigar la conducta de esos agentes en caso de incidentes con muertos.
La portavoz de l a DEA, Barbara Carreno, dijo que en los cinco años que transcurrieron desde ese incidente en Honduras la agencia introdujo numerosos cambios en los procedimientos, y que ese equipo en particular ya no actúa en el extranjero.
'Estamos de acuerdo con las recomendaciones (del informe) y estamos trabajando para aplicarlas', dijo.