TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Sacan de su mochila los cuadernos para llenarla de ropa y salir en busca del “sueño americano”.
Esa es la realidad que viven muchos estudiantes que abandonan las aulas de clases en el país.
La migración no es solo tema de adultos, en los últimos cuatro años 20,358 estudiantes abandonaron la escuela por migrar a Estados Unidos.
Los datos fueron revelados el miércoles por la Secretaría de Educación, los cuales representan alarmantes cifras de deserción.
Solo este año, a la fecha se registran 4,734 casos de niños desertores que dejaron la escuela para buscar el “sueño americano”, según el ministro de Educación, Marcial Solís. Esto representa un promedio de 789 casos por mes, es decir, 26 deserciones por día en todo el país.
Pese a todas las campañas que han realizados las autoridades y sectores de la sociedad civil para concienciar a los padres de familia sobre el peligro al que exponen a los menores de edad, este fenómeno se mantiene e incluso se incrementó en un 54%.
Esto en virtud de que en todo el año 2017 se reportó una migración de 4,025 niños, en cambio en los primeros seis meses de 2018 van 4,734 menores que han dejado el país.
Daños en la educación
El sistema educativo nacional ha sido el que se ha expuesto al problema de la migración infantil, ya que tiene que trabajar con los niños para mostrarles el peligro al que se exponen.
Las estadísticas que presentó Educación ponen en alarma a todas las entidades que velan por la seguridad e integridad física de los niños.
El ministro de Educación reveló con el informe brindado que cada hora un niño está abandonando su centro de estudios.
La migración temprana está dañando el plan educativo de los docentes porque cuando un niño regresa el Estado es veedor de insertarlo a las escuelas.
Cuando un niño retorna a las aulas de clases, el maestro tiene que aceptar y empezar a trabajar con ellos para retomar las clases desde el momento que las abandonó.
El secretario de Educación, Marcial Solís, aseguró que “son nuestros hijos pródigos que vuelven al hogar, los cuales hay que recibirlos”.
Según los estudios que realizó Educación, manifiestan que con los niños que retornan hay que trabajar en todos las áreas de enseñanza, pero en especial con su salud emocional.
“Los niños migrantes deben retornar a clases de manera que estos niños se sientan bien recibidos, exitosos y que halla una respuesta positiva para ellos de parte de los docentes”, manifestó Solís.
Las autoridades afirmaron que buscarán capacitar sobre la realidad en que se enfrenta una persona que toma la decisión de emigrar de manera irregular.
La primera dama Ana García de Hernández manifestó que “cuando empezamos a trabajar los niños no sabían las largas jornadas que hay que caminar y el peligro a que se exponen en manos del crimen organizado”.
Otros daños a los que se expone el sistema educativo cuando un niño sale del país es que la deserción estudiantil aumenta porque no todos retornan a sus clases.
Pese a está terrible cantidad de estudiantes que salen de las aulas de clases para ir a otro país, no es el único problema al que se enfrenta el sistema educativo.
Otros factores que impulsan a un estudiante para dejar su preparación académica es la inseguridad y la violencia que se vive en algunas regiones del país, hay otros casos que no se adaptan al método de aprendizaje que utilizan los docentes.
En los últimos tres años 177,617 estudiantes abandonaron los centros educativos, según información brindada por el Sistema de Administración de Centros Educativos (SACE).
Estrategias
En el marco de la celebración del mes de la Prevención de Migración Irregular, distintos sectores de la sociedad se unieron para buscar estrategias de sensibilización a los padres de familia al peligro que se expone un niño.
Se lanzó la “Guía de orientación docente para la reinserción educativa de niñas, niños y adolescentes en condiciones de vulnerabilidad”.
Esta guía tiene como objetivo capacitar a los docentes para que ellos puedan prevenir a la población escolar sobre los riesgos de emprender una ruta hacia otros países.
La viceministra de Educación, Gloria Menjívar, afirmó que “trabajaremos con nuestros docentes de manera detallada para que ellos puedan trasmitir a los estudiantes información de manera que ellos puedan tomar decisiones de manera consciente”.
La estrategia que están implementando las autoridades es dedicarle tiempo de reflexión para mostrarles a los estudiantes cuáles son los riesgos de la migración irregular.
Otra de las estrategias que se implementarán es incluir a los estudiantes en el Programa de Atención Educativa de Niñas, Niños y Adolescentes Migrantes Retornados, para que se garantice el derecho a la educación.
Para realizar este logro se unió la Dirección Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), Secretaría de Relaciones Exteriores, Instituto Nacional de Migración, Comisión Interinstitucional contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de personas, Comisión Interinstitucional para la Protección de los Desplazados por Violencia y con el apoyo de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).
Daños
Los niños y niñas que se exponen a cruzar la ruta migratoria para llegar a los Estados Unidos corren el peligro de ser presa fácil para el crimen organizado.
Las niñas pueden ser víctimas de abusos sexuales, maltratos y ser víctimas de la trata de personas.
En otros casos grupos migrantes suelen sufrir emboscadas de bandas quienes los retienen en condiciones infrahumanas para recibir dinero por su recate o con el objetivo de ser parte de ellos.
Los menores de edad que se exponen a este arduo camino para ir en busca de este “sueño americano” pueden sufrir incluso mutilaciones en sus extremidades, lesiones y en algunos casos graves hasta la muerte.
En otros casos, las personas que son arrestadas y deportados han exteriorizado denuncias de que fueron víctimas de abuso policial, que hicieron uso de la fuerza y golpes contra muchos emigrantes.