TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Hay escasez de agua, las hambrunas aumentan y la sed se multiplica, mientras el bosque de Honduras se sigue perdiendo.
La depredación es a nivel nacional y a pesar de que la inversión para recuperarlo es millonaria cada año, el impacto es más fuerte.
Honduras cuenta con una cobertura forestal de 5,384,424.88 hectáreas, que representa el 48% del territorio nacional.
Pero hace 50 años, según informes del Instituto de Conservación Forestal (ICF), el 65% del territorio era verde, es decir, alrededor de siete millones de hectáreas.
Lo anterior revela que aproximadamente se han perdido 1.6 millones de hectáreas de bosque y para el 2030 el compromiso del gobierno es recuperar un millón de esa naturaleza extraviada.
En la actualidad el 39.5% de los bosques están concentrados en el Sistema Nacional Áreas Protegidas y Vida Silvestre (Sinaph), el resto son propiedades privadas y municipales.
EL HERALDO solicitó al ICF informes sobre las cantidades de bosque que se pierden cada año. La actividad de deforestación, según los informes, revela que la pérdida general al año es de 23,303.56 hectáreas. De estas 3,186.76 hectáreas, es decir, el 13.6 por ciento es bosque seco.
En mangle se pierden 74.67 hectáreas, que representaba el 0.03%; en bosque de conífera 2,634.608 hectáreas, que es igual al 11.3% y la mayor cantidad depredada se registra en el bosque latifoliado o de hoja ancha, con 17,407.507 hectáreas, es decir, el 74% del total.
Depredación
El documento establece que las causas de depredación en su mayoría se atribuyen al aprovechamiento ilegal de maderas preciosas, cambio de uso para realización de actividades agropecuarias y el corte de árboles para leña vinculado al consumo doméstico, comercial e industrial.
El consumo anual de madera para leña es de alrededor de 5.5 millones de metros cúbicos, lo que implica una presión adicional sobre los bosques de pino y árboles latifoliados.
A esto se suma la plaga de gorgojo descortezador, que según el subdirector del ICF, Ángel Matute, al cerrar el 2017 provocó la degradación de 511,571.45 hectáreas. Las regiones donde más se pierde bosque es en tres áreas protegidas, identificadas como el Corazón Biológico Centroamericano, que es la Reserva del Río Plátano, el Parque Nacional Patuca y la Reserva Biológica Tawahka, entre los departamentos de Olancho y Gracias a Dios.