SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Subida en un pick-up entre unas 20 personas, con su mochila cargada de sueños y con la esperanza de cruzar las fronteras hasta
Estados Unidos, viaja
Marlin Alcántara, de 31 años de edad, quien aseguró que huía de la violencia que ha sufrido en su entorno familiar.
'Me voy por un caso delicado: fuimos víctimas del esposo de mi mamá. Aunque está preso el miserable, eso no es suficiente. Lo peor es que ella (su madre) está de parte de él', contó sobre los abusos sufridos. 'Por eso tomé la decisión de huir', aseguró.
Marlin es una más de las hondureñas que emigra en busca del añorado 'sueño americano', por falta de oportunidades, por la violencia o en su caso por el maltrato intrafamiliar.
La mujer, quien es madre soltera, se suma como una más de las feminas que encaminan la ruta de la tercera caravana migrante que parte desde Honduras hacia el norte de América.
'Llevo documentación que me avala para quedarme allá (en Estados Unidos) con asilo', dijo la mujer originaria de Tegucigalpa, quien viaja con sus dos pequeñas hijas de nueve y trece años.
Esta es la tercera caravana que sale desde Honduras. La primera partió el 13 de octubre pasado de la misma terminal de buses de San Pedro Sula, con unas 2,000 personas. Una segunda con un número menor partió cuatro días después desde el sur del país.
'Me voy por un caso delicado: fuimos víctimas del esposo de mi mamá. Aunque está preso el miserable, eso no es suficiente. Lo peor es que ella (su madre) está de parte de él', contó sobre los abusos sufridos. 'Por eso tomé la decisión de huir', aseguró.
Marlin es una más de las hondureñas que emigra en busca del añorado 'sueño americano', por falta de oportunidades, por la violencia o en su caso por el maltrato intrafamiliar.
La mujer, quien es madre soltera, se suma como una más de las feminas que encaminan la ruta de la tercera caravana migrante que parte desde Honduras hacia el norte de América.
'Llevo documentación que me avala para quedarme allá (en Estados Unidos) con asilo', dijo la mujer originaria de Tegucigalpa, quien viaja con sus dos pequeñas hijas de nueve y trece años.
Esta es la tercera caravana que sale desde Honduras. La primera partió el 13 de octubre pasado de la misma terminal de buses de San Pedro Sula, con unas 2,000 personas. Una segunda con un número menor partió cuatro días después desde el sur del país.