DANLÍ, HONDURAS.- Los bajos precios internacionales del café y los altos costos para producir mantenían agobiados a los caficultores del municipio de El Paraíso, quienes han encontrado en la producción de miel una alternativa económica.
La diversificación de sus fincas con apiarios para la producción del dulce producto les ha permitido mantener activas sus tierras y consolidarse en un rubro en pleno auge.
Y es que debido a las condiciones climáticas de otras zonas la producción de miel se ha visto reducida en el país, aumentando la demanda en el sector suroriente.
En el municipio de El Paraíso al menos 200 productores de café han decidido innovar con los apiarios, logrando contar con unas cuatro mil colmenas de abejas de la variedad africanizadas.
La producción de miel en la zona ronda entre los 150 y 180 barriles.
Ramiro Uclés, productor de miel en El Paraíso, explicó que la apicultura es una actividad agrícola bastante rentable, si se sabe manejar adecuadamente.
“Una de las ventajas que tenemos es que el mercado nacional e internacional es amplió, así que nos permite a todos los productores mejorar nuestros ingresos, pero debemos esmerarnos en tener un apiario sano y en óptimas condiciones”, comentó.
El contar con empresas locales que les proveen de los insumos locales a bajos precios es otra de las ventajas que tienen los apicultores, permitiendo mantener los costos de operatividad bajos y mantener un precio accesible del producto.
Actualmente, en El Paraíso, una botella de miel tiene un costo de 100 lempiras, lo cual la convierte en accesible para el bolsillo de los ciudadanos.
Vulnerables
Pero no todo es color de rosa en el rubro, ya que como menciona Fred Muñoz, presidente de la Cooperativa Mixta Mi Enjambre Limitada (Comixjamiel), al estar instaladas las colmenas en zonas productivas son afectadas por los químicos existentes en el ambiente, así como otras plagas.
“Como todo cultivo, hay factores externos que pueden producir problemas a las colmenas, siendo las plagas, los pesticidas y el robo de las colmenas los principales temores de los productores”, afirmó.
La apicultura se ve afectada por plagas como Nosema apis y el ácaro Varroa, enfermedades para las cuales no es fácil encontrar productos que puedan controlarles.
“Nosotros como productores hacemos lo posible para evitar usar químicos en nuestros procesos y por eso que estamos aplicando algunas estrategias como la siembra de árboles que permitan que los insectos se acerquen a las colmenas, tales como eucalipto y otros, lo cual nos ha funcionado hasta cierto punto”, declaró el dirigente.
La apicultura, además de favorecer al bolsillo de los caficultores, ha permitido a las mujeres adentrarse en el proceso productivo.
Al menos 25 mujeres se dedican a la producción apícola, siendo dueñas de colmenas y liderando los procesos de producción en masa.
“El cultivo es amplio y variado”, expuso Yadira Uclés, productora.