Aunque las defensas legales de Bonilla de Lobo y de su exsecretario Saúl Escobar seguramente harán uso del recurso de casación ante la Sala de lo Penal, y Mauricio Mora Padilla -cuñado de la ex primera dama- fue declarado inocente, la Maccih-Ufecic ya comenzó a mostrar su músculo.
La Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) es un ente creado en 2016 mediante un acuerdo con la Organización de Estados Americanos (OEA), que a su vez da vida a la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad y la Corrupción (Ufecic), oficina adscrita al Ministerio Público.
Como lo indica su nombre, uno de los objetivos de la Maccih es la lucha contra la corrupción y la impunidad; una demanda social frente a un flagelo que azota la administración pública, drenándole millones y millones de lempiras constantemente.
En este caso también tiene su aporte el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), cuyos representantes fueron los primeros en denunciar formalmente a Bonilla el 31 de octubre de 2017 ante el Ministerio Público por los delitos de malversación de caudales públicos.
Esta instancia de la sociedad civil denunció que una exfuncionaria en el gobierno de Porfirio Lobo Sosa manejó una cuenta abierta a nombre de Casa Presidencial y que, cinco días antes de que concluyera su mandato, realizó una transferencia atípica de un poco más de 12.2 millones de lempiras de la cuenta de Casa Presidencial a su cuenta personal.
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El señalamiento constituyó una afrenta para el expresidente Porfirio Lobo Sosa, quien le pidió públicamente al CNA que diera el nombre de esa alta funcionaria para que “no especule con el nombre de personas inocentes”.
Mientras Lobo Sosa hacia sus exigencias en los medios de comunicación, la ex primera dama llegaba con su apoderado legal el 14 de diciembre de 2017 a las instalaciones de la Ufecic para que le indicaran si era cierto que había una causa en su contra.
Fue cuando Bonilla de Lobo conoció que existe una línea de investigación, pero no obtuvo detalles pues estos no le fueron proporcionados.
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El proceso contra Rosa Elena
Fue hasta el 27 de febrero de 2018 cuando la Ufecic presentó un requerimiento fiscal contra Bonilla por los delitos de lavado de activos, malversación de caudales públicos y asociación ilícita, junto a Mora Padilla y Escobar.
Este es el primer caso que recibió el recién creado Juzgado de Letras en Materia de Corrupción, que de inmediato emitió la orden de captura contra los tres imputados.
La ex primera dama fue capturada el 28 de febrero de 2018, luego cae su cuñado y posteriormente Escobar se entrega a la justicia. El caso se vuelve mediático y la Maccih lo bautiza como La caja chica de la dama.
17 meses con 20 días después de su captura, Bonilla de Lobo y su exsecretario reciben un fallo condenatorio por los delitos de apropiación indebida y fraude.
A pesar que fueron declarados inocentes por malversación de caudales públicos y lavado de activos y que el cuñado fue absuelto de todos los cargos, se convierten en los primeros exfuncionarios públicos que la Maccih-Ufecic logra mantener en la cárcel con una sentencia judicial.
La defensa puede llevar el proceso a casación ante la Sala de lo Penal y, si no prospera con este recurso, podría presentar un recurso de amparo que resolvería la Sala de lo Constitucional o podría presentar un Recurso de Revisión que lo dilucidaría el pleno de la Corte Suprema.
Bonilla de Lobo puede enfrentar una pena mínima de 58 años y una máxima de 87 años.
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Repercusiones
Por el momento, la Maccih-Ufecic tienen un triunfo temporal y parcial en su lucha contra la corrupción y la impunidad.
Para saber si la sentencia adquiere el carácter de firme tendrán que esperar- muchos meses más- la confirmación o no de las otras instancias judiciales a las que seguramente acudirán los apoderados legales de los sentenciados.
El caso de La caja chica de la dama no solo es relevante porque se trata del primero que gana parcialmente la misión anticorrupción de la OEA en los tribunales de justicia o porque sea también la primera sentencia del juzgado anticorrupción, sino porque es un juicio que marcará la historia de la nueva justicia hondureña, que en los próximos meses o años estaría recibiendo acusaciones similares a la de Bonilla de Lobo y sus coautores.
Por otro lado en el ámbito mediático, los hondureños perciben que se fortalecerá el enfrentamiento verbal entre el exgobernante Lobo Sosa y el presidente Juan Orlando Hernández, ya que el exmandatario culpa de la desgracia de su Rosa al actual gobernante, además de cuestionar a la Maccih-Ufecic, porque solo persigue la corrupción de su gobierno.
Que Dios ilumine la mente de los Jueces del Tribunal de Sentencia y el fallo de Mi Querida ? sea apegado a los DDHH, a la Constitución de la República y a la Ley.
— Porfirio Lobo Sosa (@PEPE_LOBO) August 19, 2019
