TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A solamente
15 días para que finalice
2019, el saldo de muertes violentas a causa de las masacres sigue alarmando a los hondureños, pues las armas y la saña con las que se ejecutan estos crímenes han traspasado incluso los controles dentro de las
cárceles de máxima seguridad.
Las reyertas, enfrentamientos entre reos y los hasta ahora inexplicables ataques a mano armada por parte de los mismos reclusos ya dejan un saldo de 12 muertos en tres masacres, perpetradas en plenas instalaciones carcelarias.
La sangre sigue corriendo aún sin conocer una explicación lógica, que detalle cómo ingresaron las armas hasta el Centro Penitenciario Nacional de Támara, donde el 12 de junio los presidiarios Junior Miguel Pérez Rivas (24), Fermín Ernesto Orellana Escoto (37) y Edgar Starlin Ford Carranza (31), todos miembros activos de la Mara Salvatrucha, perdieron la vida a manos de otros reclusos en un enfrentamiento,
El sangriento hecho ocasionó que más de 25 reclusos fueran trasladados de emergencia hasta el Hospital Escuela, ya que presentaban heridas considerables, no obstante, después de que recibieran el alta médica no se volvió a conocer mayores detalles de las medidas de seguridad a implementar de cara a lo ocurrido.
Las víctimas mortales fueron identificadas como José Manuel González, Jonathan Rolando Padilla, Harrison Arambú y Bredis Alexander Villanueva, todos privados de libertad y presuntos simpatizantes de la pandilla Barrio 18.
La muerte de estos menores aún no ha sido esclarecida. Las autoridades tanto internas como estatales no dan respuesta clara acerca de lo ocurrido, ni cómo se llegó a perder el control dentro de los centros penitenciarios y, en este caso, de rehabilitación para menores en riesgo social.
Mientras las preguntas y cuestionamientos siguen tocando las puertas de los responsables en explicar lo ocurrido, apenas 11 días después de la reyerta de los menores en prisión, alias 'El Sanguinario' se valió de la saña y la malicia, abonado al odio hacia sus contrarios en prisión, para quitarle la vida a cinco reos, miembros activos de la Mara Salvatrucha (MS-13).
La Tolva, prisión ubicada en Morocelí, El Paraíso, con una capacidad para 1,300 privados de libertad, fue el escenario donde el individuo de 43 años de edad, de quien se desconoce su nombre, determinó utilizar una arma de fuego, la cual se desconoce cómo obtuvo, para acabar con la vida de los cinco integrantes de la MS-13.
Como José Dolores Campo, Óscar Alonso Madrid Montoya, Junior Antonio Alvarado Olivera, Erick Francisco Escoto Maldonado y Walter Portillo Méndez fueron identificadas las cinco víctimas del plomo descargado sobre sus cuerpos cuando alias 'El Sanguinario' haló del gatillo.
De acuerdo con autoridades, los cinco individuos se encontraban en su módulo, listos para ir a dormir, cuando fueron sorprendidos por 'El sanguinario', quien disparó directamente en sus cabezas, quitándoles la vida al instante y dejando los cuerpos nadando sobre un charco de sangre.
El mortal ataque quedó registrado por el sistema de más de 400 cámaras instaladas en el centro penal de máxima seguridad, sin embargo, autoridades penitenciarias no han brindado información alguna sobre lo ocurrido la noche del sábado.
Ni dentro de la inmensa estructura, construida a un costo de 23 millones de dólares (casi 570 millones de lempiras), en una área de 16.5 manzanas, asegurada con miles y miles de metros de serpentina, enormes muros de concreto con malla ciclón reforzada, además de las cinco aduanas de revisión que tienen que pasar para ingresar a su interior, la población carcelaria queda excenta de las masacres que bañan de sangre a Honduras.
Es así que, con tres masacres dentro de cárceles hondureñas cierra un sangriento 2019, el año de las matanzas.
De las 229 muertes violentas registradas en 65 masacres hasta la primera quincena de diciembre, 12 fueron de reos que murieron producto de tres matanzas reportadas dentro de centros penales en el país, sin que las autoridades brinden detallen a fondo qué fue lo que falló en el 'riguroso' sistema de seguridad dentro de las prisiones nacionales.
Las reyertas, enfrentamientos entre reos y los hasta ahora inexplicables ataques a mano armada por parte de los mismos reclusos ya dejan un saldo de 12 muertos en tres masacres, perpetradas en plenas instalaciones carcelarias.
La sangre sigue corriendo aún sin conocer una explicación lógica, que detalle cómo ingresaron las armas hasta el Centro Penitenciario Nacional de Támara, donde el 12 de junio los presidiarios Junior Miguel Pérez Rivas (24), Fermín Ernesto Orellana Escoto (37) y Edgar Starlin Ford Carranza (31), todos miembros activos de la Mara Salvatrucha, perdieron la vida a manos de otros reclusos en un enfrentamiento,
El sangriento hecho ocasionó que más de 25 reclusos fueran trasladados de emergencia hasta el Hospital Escuela, ya que presentaban heridas considerables, no obstante, después de que recibieran el alta médica no se volvió a conocer mayores detalles de las medidas de seguridad a implementar de cara a lo ocurrido.
Sangre de menores en prisión
Exactamente 174 días después de registrarse la muerte violenta de los tres reos al interior de la cárcel de Támara, una reyerta dentro del Centro de Menores Renaciendo encendió las alarmas al dejar un saldo de cuatro muertos, las víctimas tenían entre 15 y 17 años de edad.Las víctimas mortales fueron identificadas como José Manuel González, Jonathan Rolando Padilla, Harrison Arambú y Bredis Alexander Villanueva, todos privados de libertad y presuntos simpatizantes de la pandilla Barrio 18.
La muerte de estos menores aún no ha sido esclarecida. Las autoridades tanto internas como estatales no dan respuesta clara acerca de lo ocurrido, ni cómo se llegó a perder el control dentro de los centros penitenciarios y, en este caso, de rehabilitación para menores en riesgo social.
Mientras las preguntas y cuestionamientos siguen tocando las puertas de los responsables en explicar lo ocurrido, apenas 11 días después de la reyerta de los menores en prisión, alias 'El Sanguinario' se valió de la saña y la malicia, abonado al odio hacia sus contrarios en prisión, para quitarle la vida a cinco reos, miembros activos de la Mara Salvatrucha (MS-13).
Masacre en cárcel de máxima seguridad
Esta vez, la tercera masacre perpetrada dentro de una cárcel se ejecutaba, por increíble que parezca, dentro de una de las cárceles de máxima seguridad que funcionan en Honduras.La Tolva, prisión ubicada en Morocelí, El Paraíso, con una capacidad para 1,300 privados de libertad, fue el escenario donde el individuo de 43 años de edad, de quien se desconoce su nombre, determinó utilizar una arma de fuego, la cual se desconoce cómo obtuvo, para acabar con la vida de los cinco integrantes de la MS-13.
Como José Dolores Campo, Óscar Alonso Madrid Montoya, Junior Antonio Alvarado Olivera, Erick Francisco Escoto Maldonado y Walter Portillo Méndez fueron identificadas las cinco víctimas del plomo descargado sobre sus cuerpos cuando alias 'El Sanguinario' haló del gatillo.
De acuerdo con autoridades, los cinco individuos se encontraban en su módulo, listos para ir a dormir, cuando fueron sorprendidos por 'El sanguinario', quien disparó directamente en sus cabezas, quitándoles la vida al instante y dejando los cuerpos nadando sobre un charco de sangre.
El mortal ataque quedó registrado por el sistema de más de 400 cámaras instaladas en el centro penal de máxima seguridad, sin embargo, autoridades penitenciarias no han brindado información alguna sobre lo ocurrido la noche del sábado.
Ni dentro de la inmensa estructura, construida a un costo de 23 millones de dólares (casi 570 millones de lempiras), en una área de 16.5 manzanas, asegurada con miles y miles de metros de serpentina, enormes muros de concreto con malla ciclón reforzada, además de las cinco aduanas de revisión que tienen que pasar para ingresar a su interior, la población carcelaria queda excenta de las masacres que bañan de sangre a Honduras.
Es así que, con tres masacres dentro de cárceles hondureñas cierra un sangriento 2019, el año de las matanzas.
De las 229 muertes violentas registradas en 65 masacres hasta la primera quincena de diciembre, 12 fueron de reos que murieron producto de tres matanzas reportadas dentro de centros penales en el país, sin que las autoridades brinden detallen a fondo qué fue lo que falló en el 'riguroso' sistema de seguridad dentro de las prisiones nacionales.