Una vez que se dirigió a toda la audiencia presente, el mandatario rememoró el tiempo en que llegó por primera vez al Congreso Nacional.
'Llegué por primera vez cuando era muy joven, con sueños de construir un país justo, organizado y solidario. Hemos logrado sacar a Tegucigalpa y San Pedro Sula de la lista de lugares más peligrosos y somos capaces de lograr cualquier meta', manifestó.
Una vez que se adentró en los temas más sensibles de la palestra pública, Juan Orlando Hernández expuso sus logros en seguridad, empleo, economía, educación, entre otros, y a la vez pronunció un texto bíblico.
'Yo Juan Orlando Hernández, estoy orgulloso de ser hondureño. Nos enfrentamos a la pobreza, narcotráfico, cambio climático, inseguridad, pero hay enemigos más letales como el trato indigno irrespetuoso, envidia, calumnia y mentira; es necesario que nos despojemos de ellos porque nos contaminan y destruyen', pronunció.
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Obsequio a Mauricio Oliva
Después de pedir perdón por saltarse las normas establecidas por el protocolo, JOH mostró unos burros 'todo terreno' a todo el auditorio. El presidente levantó su pantalón y sonrió, mientras recibía los aplausos del público. Una vez que se refirió a los zapatos, anunció que traía un obsequio especial para Mauricio Oliva, presidente del Congreso Nacional. Una vez que mandó el par de zapatos, Hernández aseguró que Oliva los necesitaría para 'recorrer toda Honduras'.'Presidente Oliva, le traigo un regalo porque a usted ya lo veo recorriendo todo el país, mañana, mediodía y tarde y yo quiero que tenga zapatos 100% hondureños', dijo JOH.