TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York acusó de narcotráfico y delitos relacionados al uso de armas de fuego al exjefe de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla.
De acuerdo con el requerimiento fiscal, “Bonilla usó sus altas posiciones oficiales para facilitar el tráfico de cocaína y usó la violencia, incluyendo el asesinato, para proteger la célula particular de narcotraficantes conectados políticamente con los que se alineó, incluyendo con Juan Antonio ‘Tony’ Hernández, exdiputado y hermano del presidente de Honduras”.
Al jerarca policial lo hundieron ante la fiscalía de Estados Unidos y agentes de la Agencia Antidrogas (DEA), los testimonios brindados por los capos de la droga Alexander “Chande” Ardón, exalcalde de El Paraíso, Copán; Víctor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo” y Devis Leonel Rivera Maradiaga, uno de los principales cabecillas del cartel de Los Cachiros.
De acuerdo con el testimonio de “Chande” Ardón ante los fiscales, en 2011 un narcotraficante de la zona de Santa Rita de Copán, denominado “Víctima-1” e identificado como Franklin Arita Mata, se opuso a que él y “Tony” Hernández traficaran con cocaína a través de su municipio.
“Cuando CW1 (Alexander Ardón) informó este problema a Hernández Alvarado, este le respondió, que la ‘Víctima-1’ (Franklin Arita) necesitaba ser asesinada, y que se dirigiría a Juan Carlos Bonilla para llevar a cabo el asesinato”, señala la acusación.
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Para ese momento, “El Tigre” Bonilla fungía como jefe regional de la zona noroccidental de la Policía, por lo que tenía jerarquía en varios departamentos, entre ellos Copán, vecinos a la frontera con Guatemala.
Tres días después, Hernández le comentó a Alexander Ardón que “El Tigre” Bonilla ya se encontraba monitoreando la ubicación de la víctima y planificando su crimen.
Poco después, “Tony” informó a Alexander Ardón que Bonilla Valladares había logrado ejecutar al narco Franklin Arita.
El documento de acusación señala que un informe de prensa de julio de 2011 informó sobre el crimen de Arita y que “El Tigre” Bonilla había señalado que el narco junto a otros tres guardaespaldas fueron asesinados tras ser atacados desde un vehículo blindado por individuos, usando dos lanzagranadas de 40 milímetros, rifles M-16 y rifles Galil.
Además, expresó que el ataque fue bien planificado y que para su sorpresa se había hecho de manera eficiente, porque los atacantes lograron limpiar el fondo de la escena del crimen.
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Señalamientos
De acuerdo con los testimonios de los testigos colaboradores de la DEA, CW-2 (narco colombiano Wilson Góngora) y CW-3, identificado como Víctor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo”, miembros de la Policía Nacional, entre ellos Bonilla Valladares, les ayudaron a traficar cocaína.
Según las declaraciones del colombiano Góngora, Bonilla le facilitó la seguridad al paso de vehículos cargados de cocaína a través de puntos de inspección y control sin ser detenido o examinado. Pero, que para que esto sucediera Góngora y Hernández Alvarado sobornaron a Bonilla, a fin de garantizar que los cargamentos de cocaína no fueran decomisados.
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En 2010, “Tony” Hernández informó a uno de sus socios que él y su hermano, que entonces era el presidente del Congreso Nacional, ayudó a “El Tigre” Bonilla a avanzar de su posición dentro de la Policía Nacional. A cambio, Bonilla protegió sus actividades de narcotráfico.
La Fiscalía de Nueva York aseguró que “El Tigre” Bonilla fue muy confiable para “Tony” y su hermano, Juan Orlando, al grado de que le dieron asignaciones especiales, incluidos asesinatos de rivales.
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Nexos con Los Cachiros
Pero antes de tener esta cercana colaboración con “Tony” Hernández, en 2003 los alcances de Bonilla, según el requerimiento fiscal, se extendieron hasta el departamento de Colón, donde operó por más de una década el cartel de Los Cachiros.
En 2003, el cabecilla de Los Cachiros, Devis Leonel Rivera Maradiaga se reunió con “El Tigre” Bonilla para buscar asistencia en localizar y asesinar a un narco rival identificado como Esvin Javier Escalante Landaverde.
A cambio, Bonilla recibiría un pago de 300,000 dólares (más de siete millones de lempiras) para asesinar al rival de Los Cachiros. El exoficial de la Policía Nacional recibió el pago, pero no ejecutó el crimen, sino que fue por otros medios.
La acusación señala que CW-4 (Devis Leonel Rivera Maradiaga) se declaró culpable, de conformidad con un acuerdo de cooperación, de tráfico de drogas, lavado de dinero y delitos de armas, también como causante de 78 asesinatos.
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Bonilla Valladares, de 60 años, es acusado de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos, usar y transportar ametralladoras y dispositivos destructivos durante y en relación con, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para fomentar la conspiración de importación de cocaína; y conspirar para usar y transportar ametralladoras y dispositivos destructivos durante y en relación con y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para promover la conspiración de importación de cocaína.
Si es declarado culpable, enfrenta una sentencia mínima obligatoria de diez años en prisión y un término máximo de vida en prisión en el primer cargo, una sentencia mínima obligatoria de 30 años en prisión y un término máximo de vida en prisión en el segundo cargo, y un plazo máximo de vida en prisión en el tercer cargo.
El fiscal federal de Manhattan, Geoffrey S. Berman, dijo que “Bonilla Valladares, presuntamente abusó de sus cargos en la policía hondureña para ignorar la ley y desempeñar un papel clave en una violenta conspiración internacional de narcotráfico”.
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