TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Sus manos y creatividad le han dado rostro y sabor a los claros mensajes para prevenir al enemigo número uno de la humanidad: el coronavirus.
Celeste Rodríguez, de 53 años, es una experta en el diseño y la preparación de gelatinas artísticas, pero jamás pensó que un día sus manos acostumbradas a la elaboración de bellos y suculentos pasteles de gelatina serían las artífices de hacer “temblar” al virus.
Originaria de San Pedro Sula, pero residente en Tegucigalpa, aprendió hace seis años de la receta de una buena amiga, la preparación de estos deliciosos postres. Todo comenzó como un pasatiempo, pero con el paso de los meses y con el estudio sobre las propiedades de esta delicia culinaria, buscó fomentar una alimentación más sana entre sus conocidos.
Tal fue el éxito de su talento en la cocina que desde el año pasado impulsa la empresa Gely Dely, Gelatina Artística.
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De hacer sofisticados y complejos pasteles como flores encapsuladas, carruseles y personajes animados ahora ha popularizado los “Coronagelys”.
“Jamás pensé hacer este virus, a la gente le ha gustado, el diseño ha evolucionado, porque siempre le colocó el mensaje de prevención de que hay que quedarse en casa y utilizar gel antibacterial”, expresó Celeste.
La artista de la gelatina concibió la creación de este diseño como una forma de sumarse a la labor de prevención y una manera simbólica de vencer el virus, cada vez que en familia se corta y devora cada rebanada del delicioso pastel.
¿Cómo se preparan?
Para realizar los pasteles Celeste y su equipo de trabajo pueden demorar al menos entre seis a ocho horas.
El sabor de la gelatina es espléndido, hay de leche y con sabor a frutas.
El secreto es que todo el producto es elaborado de manera artesanal y no utiliza ingredientes artificiales. Los rellenos de estos postres son hechos a base de frescas frutas como melocotón, fresas y sandía.
También hay para los más golosos y pueden ser rellenos con pan, e incluso hay la opción para los veganos y personas diabéticas. Además, cuando hay ocasiones especiales se puede poner un “piquete” al sabroso platillo.
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El precio de un pastel para seis personas ronda los 300 lempiras. Los geniales diseños no conocen de límites. Todo este conocimiento y la experiencia fue obtenido en la Universidad de la Gelatina, en México, a la que Celeste acudió pues su pasión por los postres le motivo a especializarse.
Sus pasteles han traspasado las fronteras hondureñas, ya que la solidez y la calidad de sus productos le permiten soportar hasta ocho horas fuera de la refrigeradora.
En la actualidad la emprendedora ha comenzado a incursionar en todo tipo de repostería, galletas y boquitas saladas.