TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Postradas en colchonetas, sillas e incluso en el suelo o haciendo largas filas bajo el sol, decenas de personas afectadas por el covid-19 enfrentan a diario una desesperada carrera por hallar un cupo en los hospitales.
La mayoría llegan a los centros asistenciales habilitados en las principales ciudades del país con una remisión tras ser testeados en los centros de triaje, o simplemente con la urgencia de recibir atención médica.
La dura realidad es que ya no hay camas y los insumos médicos cada vez son más escasos para brindar un tratamiento digno a los pacientes que llegan con dificultades respiratorias.
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La capacidad hospitalaria a nivel nacional se encuentra al borde del colapso, mientras que la ocupación en las distintas salas donde están ingresados los enfermos por coronavirus ya alcanzó su capacidad máxima, destacaron profesionales de las Ciencias Médicas consultados por EL HERALDO.
El docente e investigador científico Marco Tulio Medina consideró que las causales de esta problemática son la limitada capacidad instalada en los centros asistenciales, la cantidad de camas disponibles, al igual que el poco personal de salud involucrado en esta emergencia.
“Eso ha conllevado a que el incremento del número de casos haya provocado que todo nuestro sistema sanitario esté en muchos de los casos ya colapsado o a punto de estar colapsado”, manifestó.
En una entrevista concedida a este rotativo, la representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Honduras, Piedad Huerta, exhortó al gobierno a tomar medidas estratégicas y aumentar el número de camas para los infectados por el virus y todas aquellas personas que vayan a requerir hospitalización.
Aunque el comisionado para la atención de la emergencia por el covid-19, Lisandro Rosales, anunció el incremento de 1,087 camas de atención en hospitales, el nivel de contagios exponenciales de esta enfermedad en las principales ciudades hacen insuficientes esos esfuerzos.
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Recuento
El infectólogo y miembro de la plataforma “Todos contra el covid-19”, Tito Alvarado, dijo a EL HERALDO que “hay un terrible rebasamiento de los hospitales, hay una cama disponible porque se murió alguien y viene otro; todos los hospitales estatales están hasta la coronilla”.
Si bien algunos centros hospitalarios privados están en condiciones similares, otros han notificado que no brindarán atención a la población que contrajo coronavirus en tiempos en que la pandemia ha entrado a una fase de contagios masivos, lamentó.
De las 256 camas disponibles en la sala destinada para pacientes con covid-19 en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) de la capital hay ocupadas 257, es decir, una más de la capacidad instalada, según un reporte oficial.
El gerente de emergencia del IHSS, César Henríquez, confirmó que “tenemos desgraciadamente desbordados todos los hospitales a nivel nacional y el IHSS no es la excepción; las salas se encuentran llenas en su totalidad”.
Una capacidad de 37 camas tiene la emergencia del Seguro Social que dirige el galeno, pero hay por los momentos 115 pacientes, lo que implica 78 sobrecupos, precisó.
Henríquez reconoció que no hay camillas, no hay camas donde tener a los pacientes y cierta gente está sentada, otros en colchonetas”.
Desde tempranas horas la gente hace largas filas en el IHSS situado en el barrio La Granja en busca de una prueba rápida con la que se detecte la presencia del virus en el organismo y empezar a recibir el tratamiento antes de que sea demasiado tarde.
El Seguro Social de San Pedro Sula no escapa a esta realidad ni los otros sanatorios que registran un déficit de camas para asistir a los afectados graves, según datos proporcionados por doctores que laboran en esos establecimientos.
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Lo mismo ocurre en el Hospital Escuela, donde hay hasta 42 sobrecupos, pese a que sus autoridades afirman lo contrario.
El hospital Mario Catarino Rivas es otro de los impactados por la falta de camas covid-19. Medina planteó que “es crucial conseguir más equipamiento y habilitar más camas porque lo necesitaremos en los siguientes días, así como el involucramiento de jóvenes médicos quienes deben ser empleados, lo mismo en el grupo de Enfermería, pero brindándoles equipos de bioseguridad”.
De oportunas medidas adoptadas por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), particularmente de la administración pública, dependerá que esta crisis sanitaria no se siga profundizando, apuntan los entrevistados.
