TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A contrarreloj y con el reto de mantener los consensos sin provocar más diferencias políticas, el Congreso Nacional se apresta a discutir y aprobar la nueva Ley Electoral a partir del miércoles vía sesión virtual.
Después de 347 días desde que se nombró la comisión especial para dictaminar esta normativa se logró culminar el fin de semana anterior con su dictamen y entregaron ayer este documento ante la Secretaría del Poder Legislativo a través de una reunión por la plataforma de Zoom.
Aunque el dictamen estaba listo desde junio se generaron retrasos provocados por las mismas fuerzas mayoritarias y que derivaron en desacuerdos que fueron dilatando la discusión y a su vez aprobación del marco legal.
Tan solo cinco días restan para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) convoque a los comicios primarios y en 48 horas el CN pretende admitir en su totalidad el instrumento jurídico que sustituirá a la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas que data de 2004.
EL HERALDO tuvo acceso a la última versión de esta legislación y confirmó que entre los artículos transitorios se contempla la adquisición de un software o programa informático por parte del órgano electoral para el sistema de identificación electrónica de la huella dactilar a emplearse en los dos procesos comiciales de 2021.
Además, se creará el sistema integrado para la inscripción de personas fallecidas a través de una base de datos, donde se registren las defunciones ocurridas en el país bajo la responsabilidad del Registro Nacional de las Personas (RNP), se divulgó en exclusiva. Este rotativo constató que el dictamen final de la nueva Ley Electoral no contiene más novedades ni otras modificaciones de fondo, el cual está compuesto por 333 artículos de los que 15 de estas disposiciones son provisionales.
De ahora en adelante los miembros de las Juntas Receptoras de Votos (JRV) deberán ejercer el sufragio en el lugar que se les asigne y cualquier sustitución deberá ser notificada en un lapso de 60 días al CNE como parte de las novedades.
Escenarios
Dos escenarios pueden ocurrir en torno al debate de la ley en materia electoral por los diputados que desde el 24 de abril pasado vienen sesionando de forma remota.
“Nosotros esperamos este miércoles y jueves, si no hay problema, poder aprobar ya la nueva Ley Electoral y que se convoque (a las elecciones primarias) con esta normativa y que esté publicada en La Gaceta para este sábado”, informó el vicepresidente del CN, Antonio Rivera Callejas, que también integró la comitiva dictaminadora.
Agregó que “sin embargo, si hay mucho problema en los temas o en otros que puedan surgir en el pleno de diputados, se pudiera convocar (a primarias) con la actual Ley Electoral y luego en el transcurso de los próximos meses (octubre y noviembre) aprobar la nueva y derogar la anterior”.
Otro directivo del órgano unicameral aseguró a EL HERALDO que se hará todo lo posible para que el país cuente en las próximas horas con una normativa que rija al CNE.
Votos particulares
Si bien el presidente de la comisión de dictamen, Mario Segura, manifestó que solo hubo tres votos particulares por inconformidades en el articulado se dieron más incluso de parte del Partido Nacional.
Que la segunda vuelta electoral sea una realidad o la eliminación del 15% de la deuda política no solo generaron opiniones divergentes de legisladores, sino también por la paridad y la alternancia de género.
EL HERALDO conoció que los congresistas de Libertad y Refundación (Libre) emitieron su voto particular, alegando que se mantenga a una mujer en el cargo de vicealcalde.
Rivera afirmó que “hay voto particular de Leonor Osorio y Johana Bermúdez de nuestro partido en paridad y alternancia; ellas quieren que sea obligatorio que el diputado propietario lleve a una mujer de suplente y viceversa. También quieren que el primer regidor sea de diferente género que el alcalde”.
Mientras que los miembros de esta comitiva, que representaron a los partidos minoritarios así como emergentes, se oponen a no obtener el beneficio planteado en la actual ley respecto a la deuda política.
