Mediante un comunicado de la Secretaría de Gobernación, el gobierno del presidente Juan Orlando Hernández reiteró su disposición de darle dinero o bono a los líderes evangélicos, medida calificada por él como ' un acto de humanidad'.
VEA AQUÍ: Conferencia Episcopal al margen del 'bono religioso' en Honduras
La medida ha sido rechazada por varios sectores de la sociedad y de las organizaciones religiosas, incluso a lo interno de la iglesia evangélica se ha suscitado una división en cuanto a sí recibir o no el bono en cuestión.
En el comunicado queda clara la intención del gobierno de continuar adelante con la iniciativa, ya que se lee 'se dará apoyo a los pastores que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que no cuentan con ninguna ayuda social para afrontar la crisis y así no interrumpir su labor de orientación y de guía espiritual en sus comunidades'.
LEA TAMBIÉN: Iglesia evangélica dividida por bono económico que ofrece gobierno
Además señala que 'los pastores o ministros de culto en situación de vulnerabilidad que califiquen podrán recibir este beneficio del gobierno; ya que no otorgar esta ayuda representaría un acto de discriminación'.
Aquí el comunicado íntegro:
Secretaría de Gobernación, Justicia y Descentraización, gobierno de la República de HondurasLa Secretaría de Gobernación, Justicia y Descentralización, en el marco de la Emergencia Nacional provocada por la Pandemia de la covid-19, a la población en general informa:
La protección social de la población es un eje fundamental en el manejo de la pandemia, teniendo como centro el cuidado y la solidaridad hacia los más débiles, quienes no cuentan con medios necesarios para afrontar la crisis que vive el país.
Es por ello, que el Gobierno de la República, ha venido estructurando programas de ayuda en beneficio de los más desprotegidos ayudando a diferentes grupos sociales, desde la aplicación de mecanismos de protección del empleo, la distribución de mas de dos millones de raciones alimenticias a través del Programa Honduras Solidaria, dotación de material de bioseguridad, construcción de viviendas, bonos de ayuda social y la implementación del programa Vida Mejor.
Junto a la Confraternidad Evangélica de Honduras se ha venido trabajando fuertemente en procesos de veeduría social y seguimiento a la implementación de diferentes programas que hoy han marcado puntos trascendentales en el manejo de la pandemia, como en la implementación del Programa Honduras Solidaria que distribuyó miles de raciones alimenticias en todo el país.
Así como se le ha brindado ayuda y asistencia social a otros sectores vulnerables, antes y durante el estado de emergencia y siguiendo con ese mismo espíritu de solidaridad, se dará apoyo a los pastores que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que no cuentan con ninguna ayuda social para afrontar la crisis y así no interrumpir su labor de orientación y de guía espiritual en sus comunidades.
Para ser beneficiario de programas de protección social del Estado, existen criterios objetivos que se exigen a otras personas en igualdad de condiciones, los pastores o ministros de culto en situación de vulnerabilidad que califiquen podrán recibir este beneficio del Gobierno; y no otorgar esta ayuda representaría un acto de discriminación.
Estamos construyendo un proceso de incorporación gradual a la protección social de todos los hondureños, que por ser excluidos de un sistema formal no pueden gozar de la seguridad social en todo su contexto (Salud y Jubilación), por lo que se estará remitiendo un anteproyecto de ley al Congreso Nacional que permita que grupos como trabajadores por cuenta propia, micro empresarios, trabajadores sociales, taxistas, conductores de buses y carga, zapateros, costureras, trabajadoras domesticas, ministros de culto religioso entre otros sean incluidos gradualmente en la seguridad social.
La ausencia de un buen sistema de protección social mas humano, integral y solidario como lo establece el compendio de la doctrina social de la Iglesia Católica, es una de las principales desigualdades que enfrentan los hondureños y con mayor razón en medio de una pandemia de esta magnitud.
Estamos construyendo un sistema que cobija a los más necesitados, a través de una seguridad social más incluyente, universal y solidaria.
Seguiremos impulsando mecanismos de ayuda social a todos los hondureños que lo necesiten protegiendo a los más pobres y débiles; promoviendo la justicia social como el mecanismo para salir de la crisis que enfrenta el país a raíz del covid-19.