En menor cantidad, pero con la misma convicción de cumplir el sueño americano, los migrantes atendieron la convocatoria que se fijó en la redes sociales para buscar un mejor futuro en el norte.
Se conoció que la caravana realizaría el mismo recorrido que las anteriores, entrando en Guatemala, descansando un día para luego pretender ingresar a México donde la guardia civil mantiene el control fronterizo.
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La pandemia será otro obstáculo para los catrachos pues los controles en zonas fronterizas son estrictos para evitar la propagación del virus en la zonas rurales.
En su travesía rumbo a Estados Unidos, los migrantes deben además enfrentar los retenes en México, país presionado por norteamérica para reducir el paso de caravanas.
A mediados de 2019 México rediseñó su sistema para atender la crisis migratoria, luego de que el gobierno de Donald Trump amenazara con imponer aranceles a las importaciones mexicanas a menos que México contuviera el flujo migratorio.
Después de tensas negociaciones, ambos países llegaron a un acuerdo mediante el cual México esquivó los aranceles y se comprometió a desplegar de miles de efectivos de la recién creada Guardia Nacional y permitir a solicitantes de asilo en Estados Unidos permanecer en territorio mexicano mientras sus casos eran procesados.
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