TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El inicio de la impresión de las papeletas electorales y la decisión de hacer un conteo rápido para dar proyecciones de resultados, despejó las dudas que algunos sectores habían creado en torno al desarrollo de las elecciones primarias.
Solo falta que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anuncie la compra de las maletas, la tinta y si va a incorporar a los custodios para afianzar la ruta de un proceso atípico que se realizará en el marco de una pandemia de salud.
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“Aquí había sectores que no querían elecciones”, dijo un funcionario electoral que consideró como un triunfo de la democracia los pasos que se van dando para tener un proceso que seguramente no será tan masivo como los anteriores.
“Contra los obstáculos internos y externos, el CNE está rompiendo el monopolio. El pueblo debe tener la certeza que este Consejo está luchando por un proceso electoral limpio, que supere esquemas”, dice un tuit del organismo autorizado por su presidenta Ana Paola Hall.
Las elecciones primarias de 2017 tuvieron una afluencia de alrededor de dos millones de ciudadanos, con los mismos partidos como protagonistas.
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Para este 14 de marzo, el CNE y los 14 movimientos en contienda tienen el desafío de hacer llegar a las 23,880 mesas receptoras a la mayor cantidad de votantes.
Para el exmagistrado electoral Augusto Aguilar, habrá un mayor nivel de abstencionismo, pero lo importante es que el torneo cívico se celebre.
“Va a haber mucha abstención pero con mucha razón: una, la pandemia, la situación económica (que) causa desilusión, y a diferencia de otros procesos los líderes no despiertan entusiasmo entre el electorado”, dijo Aguilar. Para el diputado liberal José Alfredo Saavedra, “propiciar democracia y blindar el proceso es responsabilidad de todos”.
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