TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Darío salió de su casa a trabajar como todos los días, abrió el portón para sacar su vehículo cuando de improviso tenía una pistola apuntándole a su abdomen; su madre, quien lo estaba despidiendo, comenzó a gritar impulsada por los nervios.
Esto no inmutó al delincuente, les quitó los celulares a los dos y se fue como si nada. Esto pasó hace unos días en la colonia Venezuela de la capital.
Los asaltos, sicariatos, extorsiones y masacres siguen ocurriendo en Honduras como el “pan nuestro de cada día”, sin que la autoridad pueda bajar los índices de violencia en ciertos municipios como se proyectaba.
Estudios del Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) revelan que Honduras sigue siendo el país más violento de Centroamérica, con una tasa de 38.5 homicidios por cada cien mil habitantes, pese a que es una de las más bajas en la última década.
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El terror en que viven los hondureños cada día es más sensible. “Estamos poniendo balcones, hijo, aquí está bien difícil, a cualquier hora asaltan y matan a personal, solo se escuchan las balaceras”, aseguró una vecina de la mencionada colonia.
El país menos violento de la región es Nicaragua con una tasa de 3.5 homicidios por cada cien mil habitantes, en segundo lugar se ubica Costa Rica con una tasa de 11.2 y la de Guatemala es de 15.7.
Mientras que El Salvador ronda una tasa de 19.7, Belice 24.3 y Honduras con la más alta (38.5 por cada cien mil habitantes).
De acuerdo con datos del Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol), diciembre de 2020 cerró con una tasa de 38.2 homicidios por cada cien mil habitantes.
En todo el año se registraron 3,496 muertes violentas, 586 menos que en el 2019, cuando fueron 4,082.
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La tasa anual de homicidios en el 2019 era de 44.57 por cada cien mil habitantes y 37.57 en el 2020, según la Secretaría de Seguridad, por lo que bajó en siete puntos.
El miércoles pasado, el presidente Juan Orlando Hernández anunció que como parte de la cuarta fase de la Operación Morazán se realizará la intervención de los 30 municipios que registran los mayores índices de criminalidad en la actualidad.
Municipios violentos
Un análisis de la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus constató que entre enero y al cierre de abril de 2021, el municipio más sangriento fue el Distrito Central, en Francisco Morazán, con 132 homicidios, que representan el 11.7 por ciento del total, que hasta esa fecha a nacional fueron 1,127 muertes violentas.
Los datos proporcionados a EL HERALDO por la Secretaría de Seguridad indican que el segundo puesto lo ocupa San Pedro Sula, Cortés, con 128 homicidios, que es igual al 11.4 por ciento.
Los otros distritos municipales más violentos en orden descendente son: Choloma, Cortés; El Progreso, Yoro, La Ceiba, Atlántida; Catacamas, Olancho; Comayagua, Comayagua; Olanchito, Yoro; Juticalpa, Olancho; Yoro, Yoro; Tela, Atlántida; Villanueva, Cortés; y Tocoa, Colón.
En ese mismo orden están Puerto Cortés, Cortés; Trujillo, Colón; Siguatepeque, Comayagua; Santa Rita, Yoro; Quimistán, Santa Bárbara; Gracias, Lempira; La Lima, Cortés; Choluteca, Choluteca; Danlí, El Paraíso; Sabá, Colón; La Unión, Copán; El Rosario, Comayagua; San Juan, Intibucá; La Paz, La Paz, entre otros.
Estos municipios son considerados los más violentos en este momento, ya que registra de ocho a más de cien muertos entre enero y abril de 2021.
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Incidencia
“El año pasado hubo una disminución en los homicidios, pero el país siguió siendo violento, porque ocupa el primer lugar en violencia y criminalidad en Centroamérica y el tercer lugar en Latinoamérica”, sentenció Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la UNAH.
Coincidió en que los municipios más violentos son el Distrito Central, San Pedro Sula, Choloma, El Progreso y La Ceiba, que a pesar de la reducción que ha habido en la tasa de homicidio, siguen manteniendo niveles muy altos.
Ahora no solo es la criminalidad, se han disparado los asaltos y los robos a la ciudadanía, además están los delitos de alto impacto que conmocionan a la sociedad como la muerte de transportistas, de abogados y las masacres u homicidios múltiples.
Ayestas precisó que en el 2020 se registraron 50 eventos de homicidios múltiples donde perdieron la vida 180 personas, pero también se reportaron 97 encostalados, 41 decapitados, 34 muertos que aparecieron atados de pies y manos, ocho desmembrados y 14 muertes de abogados.
El análisis hecho por EL HERALDO muestra que marzo ha sido en lo que va del año el mes más violento con 314 homicidios, seguido de enero con 285, en febrero se dieron 267 y en abril 261.
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Causas
De acuerdo con el reporte de la Policía, las principales causas de muertes violentas son las enemistades personales.
En lo que va del 2021 las enemistades personales han cobrado 551 vidas, que representan la mitad (48.89 por ciento) de los más de 1,127 homicidios contabilizados hasta el momento en el país.
La segunda causa de muerte no se sabe, ya que, según los datos oficiales, están en proceso de investigación 214 muertes violentas, que representan dos de cada diez homicidios.
Las autoridades policiales han determinado que el 7.9 por ciento de las muertes registradas en lo que van del año se deben a rivalidad entre maras, pandillas y crimen organizado, el 5.68 por ciento a pleitos bajo los efectos del alcohol y drogas, el 4.88 por robo, el 4.7 a problemas generados por la venta de drogas y el 4.17 por ciento a problemas personales.
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Entre otras causas están la extorsión, conflictos por terrenos, violencia intrafamiliar, enfrentamientos, uso indebido de armas de fuego, pleito de herencia, acción policial, sicariato, muertes causadas por policías en el cumplimiento del deber, rivalidad entre barras deportivas, entre otros.
Para Ayestas esas cifras de Seguridad no son reales, ya que según los estudios de la UNAH en el 2020, el 55.9 por ciento de las muertes violentas se deben a la criminalidad organizada, mientras que el 27.4 por ciento a problemas de convivencia social como riñas, problemas interpersonales, violencia familiar, robo, delincuencia común, entre otros. Pero, además, hay un 15.8 por ciento de homicidios cuya causa se desconoce.
“Cuando hacen análisis errados, obviamente las estrategias también van estar erradas y no van a dar los resultados esperado”, consideró.
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Más de lo mismo
Con la redistribución de las fuerzas del orden en los 30 municipios, dijo Hernández, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) se enfocará en devolver la paz y la tranquilidad en esos sectores.
El problema, consideró Ayestas, es que la estrategia del gobierno sigue siento la misma: más cárceles de máxima seguridad, más militares, más policías y más leyes, pero eso ya no funciona.
Los problemas que en realidad generan violencia son la corrupción, la pobreza y el control de maras, pandillas y carteles de drogas en las comunidades, pero no se combate, valoró.
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“Han anunciado tantas cosas en tanto tiempo, desde la depuración policial hasta desarrollar 30 observatorios de la violencia que todavía sigo esperando su funcionamiento y sus resultados, ahora intervenir 30 municipios”, lamentó.
“Yo diría que es más de lo mismo, que siguen los ideólogos de estas estrategias de seguridad pensando que solo es una forma de decirle a la población qué harán, pero no tienen los resultados que se esperan”, sentenció Ayestas.
Para Hernández, es propicio aumentar la seguridad debido a que comenzará la jornada de vacunación contra el covid-19 y se requiere de mucho personal, en especial cuando se tenga que vacunar entre 20,000 y 40,000 personas diarias, afirmó.
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