TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A puro instinto los agricultores están volviendo a sembrar, pues todos se quedaron como novia de pueblo, esperando con las manos abiertas la cosecha de primera.
Mientras una crisis sanitaria que no se detiene a causa del covid-19 afecta a Honduras, la crisis alimentaria se agiganta motivada por la pérdida de los cultivos debido a un extenso verano que poco a poco se apaga.
Las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) saben que la siembra de primera dejó millonarias pérdidas.
Enid Cuéllar, titular del Servicio de Información Agroalimentario (Infoagro), declaró a EL HERALDO Plus que todavía no conocen con certeza las cifras de las pérdidas, pero que esta semana se reunirán con los productores para hacer las estimaciones correctas.
Verano traicionero
Dos ancianos platicaban sentados en la entrada de su casa en Liure, El Paraíso. El tema era si volvían a sembrar.
Ya eran las 4:00 de la tarde, el fuego estaba apagado y el sol se alejaba despacio de la casita hecha con palos rollizos, rellenados de tierra para cubrirlos.
“Nosotros sembramos pero todo se secó, este verano fue traicionero, esperábamos lluvias en mayo y hasta ahorita en junio comienzan a caer algunas tormentas”, comentó don Vidal Izaguirre.
Su esposa no dijo una palabra, solo afirmó con la cabeza cada una de las palabras del jefe de hogar, pero en su rostro se reflejaba la angustia por la falta de comida.
Mauricio Guevara, titular de la SAG, informó ayer a EL HERALDO que los equipos están en campo, sacando el diagnóstico del impacto que tendrá la sequía y las pérdidas en los granos.
El año pasado la siembra de primera fue abundante, en cambio en 2021 se pronostican millonarias pérdidas.
Los agricultores se quejan por la falta de asistencia técnica, la SAG no manda a personal especializado a las zonas olvidadas, donde siguen sembrando por fe y con base en las creencias ancestrales.
“Estamos en el veranillo de San Juan, no sabemos cuándo va a comenzar o terminar la canícula, siempre sembramos en agosto”, expresó un agricultor de Sabanagrande, Francisco Morazán, al equipo de EL HERALDO Plus.
A simple vista los campesinos están desorientados, las predicciones son inexactas y las cosechas cada vez son menos abundantes.
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Incierto
Para los expertos en meteorología este año ha sido completamente atípico y hacer proyecciones a esta fecha todavía les resulta complicado.
Para la próxima semana el equipo del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) se reunirá para hacer la perspectiva climática para la siembra de postrera.
Francisco Argeñal, jefe de Cenaos, declaró a EL HERALDO que hasta el momento no se sabe si habrá canícula o si será débil.
Informó que todo está imperceptible, “no podemos determinar fecha de inicio o de finalización, pareciera como que ya no vamos a tener canícula”, estimó.
Para el experto en meteorología, mientras llueva cada tres días no se puede decir que habrá canícula, pues comienza cuando deja de llover unos seis o siete días o los acumulados son de 20 milímetros cada cinco días.
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Pero si está pasando una onda tropical cada tres o cuatro días y estará dejando de diez a 20 milímetros es difícil decir si se desarrollará una canícula bien marcada.
Para los productores tampoco es alentador que llueva todos los días, debido a que el exceso de agua también provoca que se pierdan las milpas y se desarrollen plagas.
El año pasado en muchos sectores se perdieron los frijoles de postrera, debido a que el exceso de agua provocó que se pudrieran las matas, afirmaron.
Argeñal coincidió con los labriegos en que este año ha sido completamente atípico, porque el inicio de la temporada lluviosa fue temprano, se ausentó en mayo, junio estuvo bastante seco y comenzó a llover hasta en estas últimas semanas.
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¿Qué recomiendan?
Sobre qué se recomienda a los productores que están confundidos con las fechas de siembra, el experto indicó que lo mejor es buscar asesoría técnica de acuerdo con la zona donde van a sembrar.
Si van a sembrar frijol, no lo deben hacer en julio porque se espera que octubre sea lluvioso; en cambio, para sembrar maíz, las condiciones son óptimas, porque se estima que las lluvias van a ser continuas.
Remarcó planificar bien la cosecha, de manera que se estime que no se pierda la producción con las lluvias que se puedan dar en los meses más lluviosos, es decir, entre octubre y noviembre.
No obstante, la desesperación por tener comida en la mesa es tal que muchos agricultores que perdieron por completo en la siembra de primera ya sembraron de nuevo.
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Argeñal indicó que todo depende de la variedad de los granos a sembrar, si es de 120 días, se está hablando de cuatro meses, se puede comenzar a sembrar a mediados de julio o inicios de agosto.
Se debe recordar que los meses que restan del año se pronostica que van a estar bastante lluviosos, es por eso que se recomienda buscar asesoría con los técnicos agrícolas, insistió.
La próxima semana se reunirán con autoridades de la SAG y miembros de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh) para establecer los periodos de siembra en la postrera.
Mientras se vuelve a sembrar, las familias afectadas por la sequía en el corredor seco urgen de alimentos, todo se terminó, algunas comen una o dos veces al día y la asistencia por parte del Estado no llega. Los departamentos más golpeados por la crisis alimentaria, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), son Comayagua, Francisco Morazán, Lempira, Olancho, Valle, El Paraíso y La Paz.
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