Mientras las autoridades de la Secretaría de Educación y los dirigentes magisteriales se enfrentan en amplios debates por el retorno a clases semipresenciales, miles de niños llegan con normalidad a sus centros educativos.
En las zonas urbanas del país resulta extraño en estos tiempos ver a escolares uniformados y mucho menos dirigirse a una centro educativos donde estén dando clases debido a la pandemia de covid-19, pero en el interior del país es todo lo contrario.
Como todos sus compañeros, Eduardo Josué colocó la mochila en una fila, que indicaba el orden de llegada para entrar a recibir clases de manera semipresencial.
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La Unidad Investigativa de EL HERALDO comprobó que el sistema semipresencial no es nuevo en muchos de los 154 municipios que fueron priorizados desde el principio por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) y la Secretaría de Educación.
En la comunidad de Tablones, Alubarén, Francisco Morazán, los maestros han librado con ayuda de los padres de familia una extensa batalla, cumpliendo con el compromiso de enseñar y proteger a sus alumnos.
Eduardo Josué es inquieto, las clases inician a las 9:00 de la mañana, pero él llegó a las 8:00 y mientras espera el momento de entrar al aula molesta a sus compañeros.
No todos usan mascarilla mientras esperan a los profesores, pero sí las portan, muchos la andan gastada por el reiterado uso.
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Impecable con su vestimenta y con sus libros bajo el brazo, rodeada de varios alumnos, la directora del centro educativo José Trinidad Reyes en Alubarén, Marcelina Flores, bajaba por la calle esquivando piedras y saludando a los padres de familia que llevaron a sus hijos.
Al verla, todos los alumnos hicieron una fila lineal, se colocan correctamente su mascarilla y entraron al aula para recibir sus clases.
“Nosotros no hemos parado de dar clases este año, aquí no hay acceso a la tecnología y los niños no estaban aprendiendo”, expresó al equipo de la Unidad Investigativa de EL HERALDO la comprometida maestra.
Afirmó que la decisión de dar clases no fue impositiva, los padres de familia les hicieron la solicitud desde febrero, porque es la única forma de poder ayudar a los estudiantes.
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Con el tiempo se han adaptado a las nuevas condiciones, atendiendo por día a los nueve grados de lunes a miércoles, con horarios cortos, de 9:00 de la mañana a 12:00 del mediodía.
Aseguró que desde que comenzaron a dar clases han implementado las medidas de bioseguridad como uso de mascarillas, gel y alcohol, pero a costo de los padres de familia y de los mismos maestros.
No hay apoyo de la Secretaría de Educación para abastecerlos de insumos.
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Compromiso
A pocos kilómetros de Alubarén se ubica el municipio de Curarén, donde los maestros tampoco han dejado de impartir clases y atienden a sus alumnos por grupos y horarios distintos.Un balde con agua limpia y un recipiente con jabón son parte de las medidas de bioseguridad aplicadas por la maestra Ana Mejía.
Tiene 19 alumnos, el lunes atiende a ocho y el martes a 11 para evitar la aglomeración y así logra que comprendan los temas porque no hay acceso a tecnología en la zona.
Con los padres de familia y la alcaldía desde hace dos meses decidieron abrir porque los niños no estaban aprendiendo nada y los padres se comprometieron a mandarlos con la mascarilla.
En los centros educativos donde hay muchos alumnos los maestros han creado sus propios esquemas de asistencia semipresencial, se dividen los grados por día y por hora evitando que haya más de una docena de alumnos en el aula.
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La Unidad Investigativa de EL HERALDO hizo un amplio recorrido por muchos de los municipios priorizados por Sinager y se encontró en la mayoría que los centros educativos están funcionando sin mayores incidentes.
En estas alcaldías no hay Sinager, las autoridades trabajan con las recomendaciones de los médicos locales, con base en lo que digan en el triaje, y como muchos de estos han cerrado, operan con datos de los centros de salud.
En San Miguelito, Francisco Morazán, algunos centros están atendiendo de manera semipresencial, pero se están alistando para el retorno el 26 de agosto próximo.
Geeydy Oliva, directora municipal de Educación de este municipio, detalló que desde marzo pasado los padres firmaron un acta donde se comprometen a proteger a sus hijos y mandarlos a clases.
El problema en esta zona es la falta de energía eléctrica y el acceso a internet, por eso los padres solicitaron el retorno a las aulas.
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Algunos maestros como Delmi Izaguirre se esmeran en su trabajo, y a los niños cuyos padres no los mandan al centro educativo o que son casos especiales, la docente los atiende en su casa.
Bajo estas mismas condiciones se trabaja en La Libertad, Francisco Morazán, y San Francisco de Coray, Valle, al sur de Honduras.
En El Paraíso son ocho los municipios que están dentro del plan de reapertura semipresencial de los centros educativos.
En Jacaleapa, informaron a EL HERALDO que los centros de enseñanza han estado cerrados, pero solo esperan la orden de las autoridades para comenzar con la reapertura.
Mientras que en San Lucas los maestros están preocupados debido a que algunos centros no reúnen las condiciones para la reapertura de las aulas.
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Tampoco hay compromiso de las autoridades municipales para ayudarlos con insumos de bioseguridad y desde la Secretaría de Educación no les han llevado nada, ya que a este tiempo deberían haber solucionado sus principales problemas.
Yauyupe, que está en la misma línea, analiza cuáles centros podrían volver al sistema semipresencial, debido a que muchos centros no cuentan con lo básico, pero muchos ya están listos para obedecer el mandato de las autoridades educativas.
A las 2:00 de la tarde, en la postergada comunidad de Naviyupe, San Lucas, El Paraíso, la maestra Luvis Lobo impartía sus clases. El 90 por ciento de los alumnos no tenía mascarilla porque los padres no tienen recursos para poderles comprar. “Cuando yo puedo traigo y les doy, pero como la deben estar cambiando, se gastan rápido, aquí nos han dejado solos, con lo poco que tenemos atendemos a los muchachos”, narró la mentora.
Ella da clases en el centro básico Álvaro Contreras, de momento lo hace cada 15 días porque los recursos son escasos y no quiere exponer a sus alumnos. “Para lograr un sistema semipresencial permanente ocupamos apoyo de las autoridades, los padres están dispuestos a mandar a sus hijos, pero debemos ser responsables y proteger a los alumnos”, demandó.
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Con mucha emoción el director de la escuela rural mixta La Democracia de Valle Nuevo, Las Lajas, Comayagua, atendía a sus alumnos y a la par, en la siguiente aula, otro maestro hacía lo mismo.
“Los atendemos semipresencial, dándoles clases con autorización de los padres y les dejamos tareas, las revisamos y les explicamos lo que no entienden”, dijo.
En este municipio la mayoría de los centros educativos públicos están impartiendo clases, la Unidad Investigativa de EL HERALDO lo comprobó, pero están solos -como en todo el país- y muchos de ellos sin el apoyo del gobierno central o de las autoridades municipales.