Tratado de extradición
La compra de un equipo que capta huellas y su sistema de informática, por parte del Registro Nacional de las Personas (RNP) a una empresa estadounidense, puede prestarse a manipulación y a un fraude electoral, según una denuncia recogida por EL HERALDO.
La favorecida es la empresa Grupo Visión, la cual, el 21 de diciembre del año pasado presentó ofertas junto a otras dos compañías: Iafis de Honduras, que ha trabajado con el RNP durante varios años, y la firma Misei Tecnology.
De acuerdo con la denuncia, la empresa a la que se adjudicó el proyecto es la misma que manejó el fallido registro balístico años atrás en el país.
El propósito es modernizar la tecnología de la institución registral mediante un contrato por 15 millones de lempiras que todavía no se ha suscrito porque está basado en el presupuesto electoral de 2012, que el gobierno aún no termina de entregar a la institución.
Según la denuncia, la adjudicación de este proyecto se realizó amparado en un decreto de emergencia que caducaba el 31 de diciembre de 2012.
Eso significa que la adjudicación se hizo por vía de compra directa, 10 días antes de que el decreto de emergencia expirara.
Esta adjudicación, curiosamente no fue divulgada por el Registro Nacional de las Personas (RNP).
En aras de validar o hacer más transparente el proceso de compra directa, habrían sido invitadas las otras dos empresas.
Estas empresas debían presentar sus propuestas para suministrar estaciones de enrutamiento.
La adjudicación del contrato llamó a preocupación en virtud de que la favorecida sería la misma empresa que en el pasado manejó el proyecto de balística en el país y que fracasó por diversas causas, hasta llegar a convertirse en un lío legal para el Estado.
Habla el RNP
El director de la institución, Jorge Reina García, confirmó que el Grupo Visión se agenció la licitación en diciembre, pero solo es para proveer más de cien máquinas captadoras de huellas y su sistema informático, pero nada tendrá que ver con la emisión de identidades mucho menos con la distribución. El contrato aún no ha sido firmado.
“Esto es parte del proyecto de modernización tecnológica que le planteamos a la nación. Esto implica abrir un poco más los sistemas de identificación, mejorar y actualizar equipo y, además, tener más estaciones para capturar información de la identificación (fotografías, huellas)”, dijo Reina García.
“A pesar de que el decreto de emergencia nos permitía hacer contrataciones de manera directa, nosotros quisimos hacerlo, como hicimos las otras cosas, siendo un procedimiento de licitación privada”.
“Invitamos a tres compañías que han estado cerca del Registro haciendo cosas relacionadas con este tema. Han estado cerca porque desde el momento que se habló del proyecto de modernización tecnológica, conocido como la renovación de la tarjeta de identidad, vinieron quince compañías de diferentes lugares del mundo que estaban sabidas en nuestro interés de avanzar en nuestro fortalecimiento institucional y en el tema tecnológico de identificación de las personas”.
Una de estas compañías, dijo, es Iafis de Honduras, que es subsidiaria de Morpho, de Francia.
También se invitó al Grupo Visión, que es una compañía vinculada con Joyen, de los Estados Unidos, y que tiene sede en Honduras. Y una tercera compañía que se llama Misei Tecnology.
“Se hizo un pliego de documentos, términos de referencia, capacidad de la empresa, para ver si tienen la capacidad técnica, la experiencia. Ese proceso lo ganó el Grupo Visión”.
¿Esta empresa emitirá y distribuirá las identidades?, se le preguntó: “No, en ningún momento. Las identidades las sigue emitiendo el Registro de las Personas.
Ellos simplemente le darán al Registro unas maquinitas para captar huellas y un sistema informático que nos servirá para que esa información entre al sistema”.
Por su parte, el subdirector técnico del RNP, Gerardo Martínez, dijo que el proceso de licitación se hizo de manera transparente.
Dijo que “el RNP efectuó un proceso de adquisición de un software de enrolamiento para el sistema de identificación, entre los componentes de este proceso están: Adquisición de 130 captahuellas, licencias de uso del software, desarrollo de sistema (programación), servidores y computadoras”.
“En todos los módulos el sistema deberá solicitar información propia del ciudadano al sistema de Registro Civil. Grabará las 10 huellas dactilares y las enviará al sistema central del AFIS para cotejo de huellas, este deberá arrojar un resultado ya sea positivo o negativo de que la transacción es valedera”.
“Después de efectuado el trámite, el sistema del AFIS enviará a impresión si fuera el caso la solicitud del ciudadano”.
“En ningún momento el sistema de enrolamiento será el responsable de la impresión de tarjetas de identidad, esto lo hace el Sistema que se tiene contratado con la Empresa IAFIS de Honduras”, dijo Martínez.
Cabe destacar que el Registro Nacional de las Personas fue declarado, en 2007, como un organismo de Seguridad Nacional, en virtud de que ahí se maneja toda la información relativa a los ciudadanos de Honduras.
Registro de armas no funcionó
La compañía Grupovisión desarrolló un fracasado proceso de registro de armas.
Grupovisión, a la que en 2004 se le adjudicó el contrato de registro por parte de la Secretaría de Seguridad, tenía como meta hacer un masivo inventario de armas que sus propietarios reportarían, pero el proceso no logró sus objetivos. El proyecto se llamó Registro de Armas y Censo Balístico.
Solo la primera de las tres etapas se efectuó con relativo éxito y que consistía en un Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Dactilares (AFIS ) mediante el cual se anotarían las huellas dactilares de los propietarios de armas.
Luego se desarrollaría dos fases más mediante las cuales la Secretaría de Seguridad tendría una herramienta informática para contabilizar las armas registradas con todas sus características que no se pudieron ejecutar como se habían planificado.
El conteo de armas estuvo paralizado durante un año y en 2009 se reactivó, pero de igual forma no ha servido para llevar un inventario real. Hasta 2009 se habían registrado unas 250 mil armas.
