A base de amenazas, crímenes y golpes, miembros de las pandillas se adueñan de colonias completas, casas y hasta de centros educativos en Honduras.
Parece que los mareros en el país no satisfacen sus necesidades con el cobro del impuesto de guerra o con la venta de droga en cada cuadra de los vecindarios.
Ellos van más allá y ahora su modalidad es sacar a decenas de hondureños de sus hogares para controlar de forma completa la zona.
Solo vale dar una revisada y recordar los episodios de dolor, miedo y tristeza que han arrollado a habitantes de la colonia Reparto Lempira de San Pedro Sula y el sector número II de la Torres en la capital hondureña Comayagüela.
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Álvarez Urbina prometió que un contigente militar estará permanente en la zona 24/7 los 365 días del año, por lo que invitó a las familias a regresar a sus viviendas.
Drama
Uno de los dramas que alarmó a la población hondureña se reportó el pasado 22 de marzo en la colonia Reparto Lempira de la ciudad industrial.
Vecinos denunciaron que integrantes de la mara 18 llegaron a entregarles un escrito donde les daban 24 horas para que abandonaran sus casas.
Sin pensarlo dos veces y a pesar de la presencia de las fuerzas de seguridad del país, con lágrimas rodando por su rostro y sin mirar atrás, los pobladores dejaron la zona por temor a ser asesinados.
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Parecía que ese percance no volvería a pasar en Honduras, sin embargo, solo 48 horas después los medios de comunicación daban paso a la alerta al informar que la historia de terror se repetía en una colonia capitalina Las Torres, sector II.
Terror en centros educativos
Con esta nuevo modus operandi de los antisociales, ni los centros de enseñanza se salva y el caso puntual es el del Instituto Saúl Zelaya Rosales, institución que este lunes tomó la determinación de cancelar sus clases hasta nuevo aviso.
Como Pedro por su casa el 18 de marzo de este año, pandilleros de la 18 ingresaron a las instalaciones de ese colegio y procedieron a amarrar a un docente de la institución.
Esta noticia se esparció por todo el territorio hondureño llenado de zozobra a padres de familia quienes pegaron el grito al cielo para que las autoridades policiales y militares del país resguardaran la institución, la cual hasta el son de hoy sigue sin clases.
Un reporte revelado por la Dirección Departamental de Educación asegura que alrededor de 360 escuelas del departamento de Francisco Morazán se encuentran bajo amenazas de pandilleros.
Pare el caso, un hecho similar se reportó el 30 de septiembre del año 2014 cuando maestros de la escuela República de Panamá, en el barrio Buenos Aires de Tegucigalpa, determinaron cerrar ese centro educativo por hostigamiento de criminales.
Esta lista se queda corta al sumarle el sinnúmero de casas, buses y hasta empresas en poder de mareros. Parece una historia de ciencia ficción, pero no lo es, ese tipo de información la sabe cada hondureño en el país.
Freno a las maras
La “Operación Avalancha” realizada el pasado mes de febrero por grupos de Seguridad Nacional en el país, logró el decomiso de grandes propiedades, joyas, dinero en efectivo y hasta rastras a miembros de la pandilla MS-13.
Policías y alcaldes son parte de la lista de detenidos a quienes se les vincula con la industria del crimen que mantiene los mareros en Honduras y en Centroamérica.
Ejemplos cercanos
El Salvador, uno de los países de Latinoamérica más golpeado por este fenómeno, es un ejemplo muy cercano para Honduras sobre lo que puede ocurrir con el avance de las pandillas en las colonias.
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'Esas casas cuentan el drama de cientos de familias que viven en silencio sus propias historias de violencia: las de los desplazados por las pandillas', relata el medio digital.
División de territorio
Aunque la tarea no era fácil, por tratarse de un submundo delictivo que opera desde la clandestinidad, el pasado 28 de agosto de 2014 la Unidad Investigativa de EL HERALDO tuvo acceso al mapeo que se ha hecho sobre los principales grupos criminales que operan en la ciudad.
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