Sus senderos conducen a un mundo rodeado de árboles frutales maderables y flora nativa del clima tropical seco. Su exuberante belleza natural ha atraído a más de 25 especies de aves y animales; se trata del Jardín Botánico El Carao.
El jardín es el centro turístico más importante del municipio La Libertad en el departamento de Comayagua, y se localiza en el kilómetro 35 de carretera central.
En su extenso bosque de 24 manzanas se pueden apreciar más de 80 especies de árboles que ofrecen un acercamiento con hábitats conformados por familias de oropéndolas, pájaros carpinteros, chorchas, zorzales, pájaros bobo, viuditas, piapias, hurracas, ocotero, turquitas y otros.
Y para quienes disfrutan de los recorridos al aire libre, el refugio ofrece lagunas colmadas de peces, senderos y piscinas para el entretenimiento familiar.
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Un sueño concretado
Los propietarios del jardín son el escritor y catedrático universitario Jorge Luis Oviedo y su esposa Rosalba Mejía, quienes desde hace 15 años comenzaron el proyecto con una visión de ofrecer a la sociedad un centro natural para el estudio de la vida silvestre.
“Es un trabajo que nos llevó 15 años, se ha venido haciendo de a poco. Tratamos de transformar lo que antes era un potrero en un sitio reforestado con especies de árboles nativos y tropicales, variedades de orquídeas, yerbas medicinales. Y hoy se ha convertido en el refugio de aves”, dijo Oviedo.
Este refugio de vida silvestre ya esta abierto al público, pero será hasta dentro de un mes que será inaugurado de manera oficial.
Oviedo destacó que como un aporte social se recibirá a los alumnos de las escuelas públicas de forma gratuita. Además se les presentarán videos e información de lo que ofrece el lugar. Así como un recorrido de dos kilómetros para conocer la riqueza natural.
Los centros educativos privados y universidades pagarán un precio de entrada módico, ya que el objetivo de su creación es que sea un centro de formación e investigación de la de flora y fauna nacional.
Oviedo expresó que ofrecerán tardes culturales todos los sábados como un atractivo para los estudiantes, habitantes de la localidad y los visitantes del interior del país.
Por su parte Luis Aranda, habitante de La Libertad y colaborador del centro, dijo que el lugar es ideal para la formación académica y motivar a las personas a ser amigables con la naturaleza.
