Una multitud de hondureños despidió este viernes a la dirigente comunitaria Lesbia Yaneth Urquía Urquía, asesinada el miércoles de esta semana en la ciudad de Marcala, La Paz, en la zona central de Honduras.
Tras una misa de cuerpo presente decenas de personas se congregaron en los alrededores del templo católico de esa ciudad para acompañar por última vez a la mujer que fue una destacada vecina.
La señora Lesbia Yaneth Urquía Urquía, era una mujer muy reconocida por la población del municipio de Marcala, La Paz, considera como una marcalina trabajadora y luchadora para sacar adelante a sus dos hijas e hijo.
Urquía, empezó trabajando como comerciante en unos pequeños puestos en el mercado municipal San Miguel, en el año 1980.
Ella estudió en la escuela de Niñas República de Honduras, luego se graduó de Perito Mercantil y contador público en el Instituto Polivalente 21 de Octubre, de la misma ciudad.
Después de graduarse de secundaria se dedicó al comercio, al igual que sus padres, construyó una casa hotel y unos apartamentos, en el barrio campo Colón, en las cercanías del Centro de Salud del municipio.
Yaneth será recordada como una defensora de la justicia en el municipio, siempre defensora de las buenas causas para los marcalinos y marcalinas.
La muerte de Urquía Urquía fue condenada a nivel nacional e internacional. El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) exigió a través de un comunicado que cesen las muertes de defensores de las comunidades y ambiente.
La líder de su comunidad fue encontrada muerta la tarde del miércoles en un lugar conocido como 'Mata mulas' cerca del botadero municipal de Marcala, La Paz, norte de Honduras.