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Catacamas, la perla del ecoturismo en oriente

FOTOGALERÍA
22.07.2017

Olancho, Honduras
La antigua San Cristóbal de Catacamas, ubicada a 210 kilómetros de la capital, es hoy en día la ciudad más prometedora para el ecoturismo del departamento de Olancho.

Por su extensión territorial de 7,238.5 kilómetros cuadrados, ofrece toda una gama de oportunidades de entretenimiento basadas en el sector productivo, agricultura, ganadería, arqueología y senderismo.

Catacamas conquista a los amantes del turismo, exploradores y vacacionistas con su amplia variedad de parajes naturales y la rica historia de la región.

La presidenta de la Cámara de Turismo de Olancho, Bessy Velásquez, manifiesta que a la diversidad de atractivos naturales se suma el selecto complejo hotelero, que ofrece servicios de primer nivel como piscinas y restaurantes cuya carta de presentación es la comida típica.

Y la más reciente apuesta para recibir a visitantes de todo el mundo es la exploración de haciendas. Actualmente, 12 fincas se unirán a la oferta turística local.

“Las fincas están en procesos de certificación con apoyo de La Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh). En ellas se ofrecerán servicios como cabalgatas en jamelgo, conocer el proceso de ordeño, la elaboración de lácteos y otras actividades propias de la vida del campesino”, manifestó la funcionaria.

Entre los complejos productivos que abrirán sus puertas a los turistas están las haciendas La Pita, Las Garzas, Amazonas, El Pedral y el Parque Ecoturístico Bosques de Quiliz, donde los visitantes tendrán la oportunidad de degustar platillos típicos como las famosas capirotadas, rosquillas en miel, tapado olanchano y arroz de maíz.

Además, los visitantes podrán participar del proceso de manufactura de productos locales como bloques, panes y trajes tradicionales.

Atractivos
Además del ambiente de campo, la ciudad ofrece al norte un encuentro con la naturaleza desde la montaña Piedra Parada, que se ubica en el corazón del Parque Nacional de la Sierra de Agalta.

Este sector se caracteriza por la belleza que imprimen las más de 80 especies de orquídeas que cuelgan de los frondosos árboles.

Las coníferas y bosques latifoliados son el refugio de felinos y aves exóticas como los quetzales.

Otro recorrido relajante es un paseo por el Cerro de la Cruz, donde tras subir 587 escalones se puede disfrutar de la mejor vista del valle bañado por el río Guayape.

El afluente es la principal fuente hídrica de la zona pues junto al río Guayambre conforman el río Patuca, que próximamente será la fuente de generación de energía eléctrica.

El toque enigmático del viaje a Catacamas lo ofrecen las Cuevas de Talgua, descubiertas en 1994, que ofrecen un recorrido por las entrañas de la tierra y constituyen uno de los atractivos arqueológicos de la región, donde encontrará calaveras luminosas, osamentas de pobladores pech que datan de hace 3,000 años.

Con solo alejarse 20 minutos de la ciudad, los turistas pueden apreciar esta gruta, que en la antigüedad era utilizada como un cementerio.

Otro legado histórico de la zona es el recién instalado Museo de la Ciudad Blanca, ubicado en el aeropuerto de El Aguacate, un punto de interés que resguarda las 84 piezas encontradas en la mítica “Ciudad perdida del Dios Mono”.

Y después de recorrer las bellezas del municipio, los alrededores de las dos plazas ubicadas en el centro de la ciudad ofrecen una variedad de áreas de descanso.