TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Desde que inició la guerra sin tregua contra diversos carteles de la droga, se rindieron Los Cachiros, Los Valle y otros capos que poco a poco siguen cayendo en cárceles gringas. Ahora se habla de Los Cálix de Gracias, Lempira.
Uno de sus miembros, presuntamente pringado de coca es pariente de actuales funcionarios y de otros muchachones de la política.
Hoy es que nadie había oído nada malo de uno de Los Cálix. ¡Vaya! Se abrió otro telón con la entrega del cacho Mario José Cálix Hernández, exvicealcalde graciano liado, según la DEA, a la narcoactividad. Para rabia de muchos, sí es amigo de Tony Hernández, pero no tienen lazos sanguíneos. Una cosa es el pique político, personal y, otra, inventar o escribir para consentir gustos de bandidos que pelean el poder.
Listón
El Loado en su tierra como Mario “Cubeta” no es cualquier perico de los palotes. En medio de mil vuelos por el mundo, se confirmó su “captura” vigilada a la DEA tal como lo venimos asegurando hace cinco años en nuestros artículos sobre otros galanes rociados por la droga.
El hombrón quedó sin salida. Lo vencieron unos mensajitos con listón negro. Ya duerme en prisión estadounidense.
“Cubeta” está al tope en fotos y vídeos con varias camaradas. Desde conocidos políticos hasta en jolgorios donde brincan piezas del bajo mundo y, unos (sus parientes) que, a lo fisgón, ocuparon altos cargos en la Corte Suprema de Justicia (CSJ), otros activos en la Fiscalía y en la Secretaría de Seguridad. Caer ante la DEA tiene pasmados y mudos a propios y extraños que andan con pringa pie.
Si JOH confirmó el arresto de su hermano |
Uno de sus hermanos, con cara de manso, pero no menso, aspiró, además, a la reelección como juez en la CSJ. Al verse domado, optó para fiscal general y salió tostado, con la suerte que cayó de asesor del pelón junto a otro familiar de Cálix Hernández. Aquí es como pedir un “six pack” o media cubeta. ¡Bravo! Así se pegan botones para pasar por el ojal de la autoridad. ¡Máximo jefe!
Parentela
Cálix Hernández, sobrino de un exdesignado presidencial, es cuñado de una pedante exfiscal en los laureados tiempos de Edmundo Orellana Mercado. De padrino político tiene a un veterano cachureco de Lempira que mueve cielo, mar y tierra en varios sitios estatales. Es primo hermano de la guapa viceministra de Seguridad Alejandra Hernández que se quedó como tumba tras su entrega.
En cumbres de la Policía y de otras oficinas públicas nadie –como siempre- suelta prenda sobre el rumbo de Cálix Hernández. General hermetismo y craso error al mismo tiempo que medio mundo esté con el pico callado. No admiten ni niegan el arresto del lempireño lo que se presta para caer en teorías, se acuse, se niegue o se busquen chorro de formas para evadir imputaciones sobre narcotráfico. ¿Dónde está don Julián Pacheco o Alejandra Hernández dando respuestas serias y obligadas?
Idos
Al final de cuentas, cuando sinfín de oficinescos se hacen los locos, el gobierno resulta el más afectado en su imagen porque no da un informe oficial sobre casos como este y otros que pasan al olvido. Si el presidente Juan Orlando Hernández Alvarado anunció públicamente la captura de su hermano Tony por narcotráfico, sus cercanos deben aclarar la situación de Mario Cálix Hernández.
“Cubeta”, según la DEA, es una pieza vital en las indagaciones sobre todo un andamiaje que pone y quita personas en importantes cargos públicos. Ahora nomás le queda cantar y cantar sobre todas sus andanzas y sus ligas con altos personeros de la burocracia. ¿Sabrá la DEA que cierta parte de su prole ocupa puestos estratégicos en materia de seguridad y justicia?
Hasta el sol de hoy, nadie declara nada sobre Cálix Hernández. De repente y salen diciendo que no tiene hermanos, cuñados, primos, tíos ni nada en Gracias, Lempira. De rico a huérfano.
¡Pobre muchacho! Dirán que todo es una trama para enlodar el nombre de “familias respetables” que jamás han visto ni tenido roces con extrañas estrellas del mundo ruin. Ya cayeron dos, faltan cuatro para completar el cubetazo con ciertos que siguen soñando que Honduras es su potrero. ¡Adiós amores, te fuiste amigo!
