TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Una simple foto que grabó felices a varios “héroes” en el Mundial de Sudáfrica 2010 -entre ellos a Juan Orlando Hernández Alvarado- con un capo de la droga sería la antesala de un hilo de cartas que el norte tiene contra creídos de intocables.
Lo que muchos ignoran o tapan es que ese concurso futbolero alojó a varios “indios”, incluso loados periodistas, tres de ellos ya palmados.
¡Qué detalles! La Oficina para el Control de Drogas (por sus siglas en inglés, DEA) tiene, a nuestro juicio, sinfín de vías para filtrar recados a “clientes” de “su interés”.
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Antes y después de la captura de JOH, así como de otros liados, arrestados y rendidos por narcotráfico, el norte lanzó cositas pensadas. La más fresca es el retrato revelado por Steve Balog, exagente antidrogas del imperio.
GUERRA
La gráfica saltó a luz el mero día que JOH perdió la batalla legal contra su destierro. La foto -donde también brillan un incógnito narizón y el exalcalde capitalino Ricardo Álvarez con la Bandera Nacional tirada en su espalda- es nomás minucia de una ristra de retos puestos por los fiscales neoyorquinos en el buró del juez Kevin Castel quien pidió al expresidente cacho.
Escribir o hablar con tesis sobre temas tan álgidos como narcotráfico, corrupción, lavado de activos y sus actores es “muy importante” según los logros económicos, políticos, propios o de índole sectario.
En estos teatros no se valen las teorías, aunque cronistas, escritores o columnistas generen dudas tasando letras con fines aviesos o para atraer el morbo por egos o enfados.
Como en cualquier rincón del mundo, nuestra sociedad -llena de prejuicios- es, además, hipócrita, ingrata, inconforme y severa cuando nos increpa por escritos que los razona “superficiales”, exigiendo nombres, lugares y horas donde políticos, financieros se citaron con capos para pactar gruesos negocios en su afán por domar el poder del país convertido en su paraíso y su infierno.
PECES
Ni los órganos que riñen estos flagelos cantan públicamente la ficha de conocidos galanes, de bancos, ni de ciertos reporteros cómplices de chorro de fechorías de públicos y privados.
Como es de esperar, el gentío sectario enreda, igual, a su gusto, el accionar de la prensa. En palabras llanas, al perro más flaco se le pegan las pulgas y justos no pueden seguir pagando por pecadores. A la masa le sigue embrujando la noticia chatarra o de mochila, como le llaman en otros países a quienes la trastocan por codicia o por ser pieza del fango.
Trazar una opinión personal, sarcástica o cómica tal vez sea fácil, pero cuando se deletrea o desnudan los brazos del mundo ruin, la conjetura, el pique y los corazones rotos sobran sin razón.
En sociedades cultas, con una justicia seria, sin miramientos, se hurga con tino hasta pescar los peces gordos.
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ARDOR
El caso de la foto filtrada por Balog, exmiembro de la DEA, con JOH, Álvarez y Miguel Arnulfo Valle, del cartel de los Valle, al pie de los asientos de un campo en el Mundial de Sudáfrica 2010, es mero cacho del dominó. Los juicios en Nueva York y en otras del imperio podrían ser un “ajuste de cuentas”.
Empero, los gringos tienen el carrete, no creen en furias de alocados y fanáticos catrachos. Su ley no articula así. Pocos saben y muchos ignoran que a la cita mundialista también llegaron ingenieros constructores, siete periodistas -los mimados de todos los gobiernos- unos Cachiros, un exbanquero por “bancarrota”, un expresidente y, al menos, dos ladrones del Seguro Social, pero “el editor narco y delincuente soy yo”. Así el agasajo entre el hampa y los frescos.
ELEFANTES
Uno de los hoteles en Johannesburgo -con ventana selvática- fue testigo mudo de caros huéspedes friendo sus mandos y “futuros”. Al modo de fétidas callejas, tres cronistas -uno ya muerto y dos que los “murieron”- se ofertaron para que -de tijereta y a balón parado- se frenara la temida extradición de narcos visada a inicios de 2012.
En el desquite cada grupo desviste sus idilios con políticos y bolsistas. ¡Amor, me jodiste! Artículos nuestros publicados hace ocho años así lo afirmaron; penosamente, la misma sociedad partidaria o no, vive del chisme grotesco, así recuerda, valora o escupe a su antojo.
Como dijo JOH en su momento “el que mal anda, mal acaba”. Todo cae por su propio peso. Pronto vienen más. ¿Saben quiénes? Indaguen, especular no se vale.
ARDOR
El caso de la foto filtrada por Balog, exmiembro de la DEA, con JOH, Álvarez y Miguel Arnulfo Valle, del cartel de los Valle, al pie de los asientos de un campo en el Mundial de Sudáfrica 2010, es mero cacho del dominó. Los juicios en Nueva York y en otras del imperio podrían ser un “ajuste de cuentas”.
Empero, los gringos tienen el carrete, no creen en furias de alocados y fanáticos catrachos. Su ley no articula así. Pocos saben y muchos ignoran que a la cita mundialista también llegaron ingenieros constructores, siete periodistas -los mimados de todos los gobiernos- unos Cachiros, un exbanquero por “bancarrota”, un expresidente y, al menos, dos ladrones del Seguro Social, pero “el editor narco y delincuente soy yo”. Así el agasajo entre el hampa y los frescos.
ELEFANTES
Uno de los hoteles en Johannesburgo -con ventana selvática- fue testigo mudo de caros huéspedes friendo sus mandos y “futuros”. Al modo de fétidas callejas, tres cronistas -uno ya muerto y dos que los “murieron”- se ofertaron para que -de tijereta y a balón parado- se frenara la temida extradición de narcos visada a inicios de 2012.
En el desquite cada grupo desviste sus idilios con políticos y bolsistas. ¡Amor, me jodiste! Artículos nuestros publicados hace ocho años así lo afirmaron; penosamente, la misma sociedad partidaria o no, vive del chisme grotesco, así recuerda, valora o escupe a su antojo.
Como dijo JOH en su momento “el que mal anda, mal acaba”. Todo cae por su propio peso. Pronto vienen más. ¿Saben quiénes? Indaguen, especular no se vale.
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