TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Buena porción de la mal llamada “clase política” está hasta el tabique en delitos trasnacionales como el narcotráfico y lavado de activos, según los sendos cantos de sinfín de capos de toda medida ante la Oficina para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). Libretas sellan nombres, apellidos y apodos de “caballeros” de alcurnia, pero narcos.
De cerca de 40 extraditables, en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) se engavetó a otros. No se ejecutan por razones íntimas. Ni la Policía ni el Ejército pueden engrillarlos porque el “juez” designado no sentencia orden de arresto contra los “protegidos”. El famoso Mario alias “Cubeta” sigue por estas tierras porque, hablando pelado, nadie lo ha pedido.
Deudas
Incontables operativos por doquier y los camaradas del crimen organizado metidos en política no aparecen pese a estar salpicados en listas de capos que desnudaron toda su armazón ante agentes de la DEA. El régimen dirigido por Juan Orlando Hernández Alvarado deberá cumplir para no seguir en duda y en deuda con los “gringos”.
Juan Orlando Hernández Alvarado le dijo a su hermano al ser capturado: “El que mal anda, mal acaba”. Veremos si las pesquisas del norte llegan a estrados donde se irán jefes, políticos y unos financieros. |
En el norte no quieren guasas. Les inquieta el porqué en el Poder Judicial no tocan a galanes cuya ficha urge en tribunales estadounidenses donde saltan en juicios por narcotráfico y peculado. Si caen los capos atrás vendrán sus aliados de la política, entre ellos diputados, alcaldes, empresarios. Uno mandó saludos a varios periodistas.
Si los narcopolíticos están en guerra, ellos verán cómo ajustar sus cuentas. Si nadie se hunde en el “caiga quien caiga”, nos asaltan profusas dudas. Por un lado, si se estarían escudando entre todos, y por el otro, si en la Suprema Corte solo sacan los expedientes de extradición a provecho de sectores pudientes. ¿Señor Argueta, caen unos y otros felices?
Cacho
El “todopoderoso” de la justicia tiene en su escritorio (ojalá no en autos) la lista de “los extraditables” que apremia Estados Unidos. El imperio pidió a una familia completa, amiga de varias estrellas de la política catracha y no se oye compadre. No se hagan los locos que, si cayó el hijo y el hermano, los gringos cargarán con quien sea.
A ciertos lectores exigentes y a otros(as) con calentura ajena, informamos que dos exdiputados están muy bien “legislando” en cárceles estadounidenses. El civil Noé Montes Bobadilla, uno de sus socios, quiso tirársela de vivo y pagó con 37 años de cárcel porque le dijo al juez que era “analfabeto”.
Empero, la autoridad se ha pasado por el arco del triunfo las órdenes de arresto contra sus familiares Juan Carlos Montes Bobadilla, Herlinda Ramos Bobadilla, Alejandro Montes Bobadilla y José del Tránsito García Teruel, también señalados de narcotráfico por Estados Unidos.
Arnulfo Fagot Máximo, purgado a 33 años de cárcel, fue afiliado de los Montes Bobadilla y de Los Cachiros. Planeó otros envíos de cocaína con Miguel Arnulfo Valle mientras paseaban por el Mundial de Sudáfrica. Uno de sus aleros exhumó dos libretas cargadas con nombres y apodos de poderosos que pronto dormirán por el norte. ¡Bendiciones!