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El río Copán, la mayor amenaza para la zona arqueológica de Copán

Huracanes y tormentas que han afectado en años anteriores y 2023, recuerdan que de no tomar las medidas necesarias, Honduras podría perder este Patrimonio Mundial
08.12.2023

COPÁN RUINAS, HONDURAS.- “La amenaza más grande que tienen las ruinas de Copán es el río Copán”, sentencia el arqueólogo Ricardo Agurcia.

El descubridor del Templo Rosalila en 1989 señaló que esto no es de ahora, en siglos pasados este mismo río se llevó una buena parte de la Acrópolis, que es la que comprende el complejo real, donde se observa, por ejemplo, la Escalinata de los Jeroglíficos.

Recuerda Agurcia que en 1970 el río todavía estaba al pie de la Acrópolis, erosionándola, desde entonces se han realizado trabajos de ingeniería para alejar un poco el río, pero la naturaleza siempre reclamará su cauce.

Las zonas más vulnerables

“La amenaza más grande es para los túneles y las cosas que están enterradas ahí, porque afecta la perforación de agua desde arriba, pero también se eleva el nivel freático, y esto causa daños”, detalla el arqueólogo, y pone como ejemplo lo que sucede con la tumba de K’inich Yax K’uk’ Mo’, el primer rey maya de Copán, que se ha inundado varias veces en los últimos diez años, “cuando va subiendo el nivel freático la tumba queda bajo agua, entonces hay muchísimo golpe e impacto en los túneles, que necesitamos ponerle mucha atención, de hecho ya lo estamos haciendo, pero queda mucho por hacer”.

Esta tumba, la de la reina y los paneles del Templo Margarita están situadas en las partes más bajas de la Acrópolis y por ende las más vulnerables.

“En las zonas de arriba hemos trabajado bastante en reforzar y consolidar, esto está bastante estable, hemos impermeabilizado bastante, pero tenemos que hacerlo a perpetuidad, las ruinas tenemos que cuidarlas siempre”, dice Agurcia.

La parte de la cuenca del río Copán localizada dentro de Honduras tiene una longitud de unos 25 kilómetros.

Medidas urgentes

Hasta ahora los trabajos que se han hecho son paliativos, pero fenómenos como Eta y Iota le recuerdan a los expertos que el río es sumamente inestable, no son suficientes las medidas cortoplacistas.

Si bien se ha consolidado el corte arqueológico y se han realizado galeones para estabilizar el río, e igualmente se han hecho trabajos a lo interno de los túneles de las estructuras subterráneas, de nada sirve ninguna acción si los humanos no se educan respecto al impacto de sus malas prácticas en agricultura y ganadería.

“El problema del río Copán está en la conservación de la cuenca, que está sumamente dañada, erosionada, porque hemos quitado la vegetación, la cobertura, por las malas prácticas en agricultura y ganadería”, enfatiza Agurcia.

El arqueólogo explica que esto ha causado que al caer la lluvia el agua se va para abajo directamente, no tiene un colchón que amortigüe en las montañas y que permita que se vaya soltando más lentamente hacia el río, esto ha provocado que se venga toda la tierra de los cerros hacia abajo, levantando la base del río, al estar la cuenca más elevada, “el río estás más pacho, y cuando cae la tormenta, el agua se va para abajo más rápido y el caudal sube en un momento, esto es un peligro extraordinario”.

Ante este riesgo las ruinas podrían desaparecer, porque son de tierra y piedra, “no de concreto como la gente cree”, dice Agurcia, y amplía que “la piedra es decorativa, está por fuera, atrás de esos muros de piedra lo que hay es una combinación de lodo y piedra, entonces el río bien puede llevarse una parte de la Acrópolis o toda, a menos que verdaderamente tomemos en serio el problema de conservación de la cuenca”.

Y es enfático al decir la solución: programas de educación, “para que la gente en toda la cuenca del río Copán vaya adoptando mejores prácticas de conservación de suelos, reforestación, manejo sensato de la vegetación y el bosque... Es un trabajo bastante grande”.

La situación se ha estudiado a fondo, hay un plan de mitigación, solo se necesita actualizar la información, “pero se requiere trabajo”.

¿Son conscientes las autoridades hondureñas sobre la importancia y urgencia de este tema? Agurcia responde: “No sé si es que no saben, no quieren saber o lo ignoran a propósito, hasta que no pegue el macanazo no accionan”.

El río Copán recorre desde su nacimiento los municipios de Concepción, San Jerónimo, Santa Rita y Copán Ruinas; recibe aproximadamente el 35% del caudal del río Gila que recorre el municipio de Cabañas, Copán, siendo esta la microcuenca con mayor extensión.