La preocupación para las personas que no saben nadar disminuye en estas aguas, y es que debido a su alto contenido salino, es el lugar ideal para flotar.
El Mar Muerto o también conocido como Mar Salado, se localiza entre Israel y Jordania, siendo un lugar muy especial para el planeta, ya que no habita en él ningún organismo vivo, debido a que contiene altas concentraciones de cloruro de sodio, sales y minerales.
Para que tengamos una idea, en caso de que lleguemos a probar este líquido, estaríamos evidenciando un agua casi 10 veces más salada de lo normal. A su vez, tiene visitas concurridas ya que el lugar posee características propicias para la salud, siendo con esto, algo normal el encontrarse con personas cubiertas completamente de barro que se genera en las orillas.
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De igual manera, es el lugar más bajo de la tierra que se puede habitar debido a que se encuentra a 400 metros debajo del nivel del mar.
Mientras uno se dirige a estas aguas aceitosas, debido a sus minerales, nos encontramos con balnearios y manantiales de aguas termales que hacen de este viaje, algo placentero para consentirse.
Desierto de Judea
Conocido por ser una zona con estructuras morfológicas a lo largo del Este de las montañas, el Desierto de Judea se caracteriza por contar con pendientes muy inclinadas, numerosas ramblas y cañones profundos que hacen que el turista pierda la vista al presenciar peñascos que son desvanecidos por los fuertes rayos del sol.
Como parte de la historia, el Desierto de Judea tiene una importancia para el cristianismo, ya que según la Biblia, es el lugar donde Jesús fue llevado por el espíritu para pasar 40 días y 40 noches para luego vencer la tentación.
Posteriormente, instalados en estas hermosas planicies, los turistas tienen la facilidad de explorar el desierto a pie, en bicicleta o cualquier tipo de vehículo todoterreno, o bien, acampar para percibir en la noche de los mejores cielos estrellados.
Tras el paso en el límite oriental del Desierto de Judea, nos encontramos con Masada, una maravilla arqueológica que comprende los restos de varios palacios y fortificaciones que se dejan ver desde la cumbre de sus montañas.
Para comodidad del turista en caso de no querer caminar por varios minutos estos largos tramos, localizamos un teleférico ubicado a 900 metros de distancia de una de las cimas de estas montañas que durante tres minutos nos muestra una de las mejores panorámicas de gran parte del Desierto de Judea y el Mar Muerto.
Sin duda alguna, un lugar para respirar y presenciar no solamente un compendio de historia, sino para ser testigos de los impresionantes paisajes desérticos que ofrecen como curiosidad lo que un día, sin importar su altura, tuvieron de las mejores ideas de ingeniería para el suministro de agua.