TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE): Disrupción. Del ingl. disruption, y este del lat. disruptio, -ōnis, var. de diruptio, -ōnis ‘rotura, fractura’. 1. f. Rotura o interrupción brusca.
Lo estaba cocinando mientras hablaba por teléfono con Mario, uno de mis coachees, gerente de área de una importante empresa hondureña. Cuando estoy muy atareado con temas de la oficina y debo preparar el almuerzo, en el delantal pongo el teléfono celular, y para poder tener las manos libres para cocinar, uso unos audífonos livianos con micrófono. A veces es tanta la presión de trabajo durante esta pandemia, que no alcanzo a hacer todo al tiempo: informes, citas, reuniones de trabajo vía Zoom y cocinar.
Repartimos las labores de cuidado de la casa con mi esposa, para mí el privilegio es cocinar. Yo lavo los baños, es mi otra responsabilidad.
LEA: El artículo de Octavio Carvajal: Lo sano y lo insano
Para ser ágil en la cocina, me gusta tener ciertos ingredientes que son muy fáciles y rápidos de preparar. El cous cous es uno de mis favoritos. Según Juana Trujillo, en su blog “Directo al paladar”, el cuscús, cous-cous, alcuzcuz o kuskusús, viene de África del norte, y es sémola de trigo duro, también puede provenir de la cebada. En Túnez se hace con trigo verde. La autora nos dice también que “el cous cous, en árabe actual se llama ‘t’aam’, es el plato nacional de los tres países del Mogreb (Argelia, Marruecos y Túnez)”.
En esta pandemia, encerrados, repartiendo el tiempo en una mezcla de trabajo de oficina, cocina y muchas comunicaciones con amigos y seres queridos, tengo el cous cous como un gran aliado. Ese día hablando con Mario yo estaba moliendo pimienta y él me dijo: “está sonando el molino de pimienta”.
La pandemia ha cambiado muchas cosas. Aún no sabemos cuántas escenas nos tocará vivir en esta pandemia. Cuando todo esto comenzó en marzo, para nuestros países latinoamericanos, con J. Ribero, C. Herrán y M. Espinosa, nuestro equipo de gestión organizacional, nos enfocamos en describir escenarios, y establecer estrategias para cada uno de esos escenarios. Con el paso de los días analizamos una y otra vez lo que nos decía la ciencia, las noticias del comportamiento del virus y los cambios que se daban no sólo en distintos países sino en departamentos, ciudades y empresas.
Llegamos en ese momento a una primera conclusión: la conducta de la pandemia leída en cantidad de personas infectadas por unidad territorial o social, determinaría distintas escenas. Las escenas llegarían como piezas que se acomodan en distinto orden. A esas escenas les dimos nombres, y comenzamos a hacer modelos de impacto y respuesta.
ADEMÁS: El artículo de Octavio Carvajal: ¡Delincuentes!
Habíamos llegado al primer aprendizaje: las entidades de gobierno, las organizaciones y las familias deben prepararse para distintas escenas, que se repetirán de forma y en secuencias diferentes. El SARS-CoV-2 que en inglés es la sigla de Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2 (o Coronavirus tipo 2 del síndrome respiratorio agudo grave) es sigiloso, astuto, desconocido, invasivo… letal. Es sorpresivo, es ágil.
Continué hablando con Mario, haciendo lo que hacemos los coach: preguntas. ¿Cómo te recordará tu familia después de la pandemia?, le pregunté. ¿Cómo te recordará tu equipo de trabajo? Es la pregunta que un coach gerencial debe hacerle hoy a toda persona que esté guiando a otras en este inesperado cambio. Me encanta la disrupción en todo, y por supuesto que mi cocina siempre busca salirse de lo clásico y de los límites. Ese día tomé un frasco de tomates secos en aceite de oliva. La receta que usé partió de tomar el doble de agua hirviendo, en ese caso dos tazas de agua por una taza de cous cous. Cuando el agua estaba hirviendo, agregué el cous cous, y apagué el fuego. En unos cinco minutos se alcanzó la hidratación. Ese día usé el aceite de oliva del frasco donde tenía los tomates. Tomé tomates del frasco, les escurrí el aceite y los piqué finamente. Luego agregué chile dulce rojo picado, cebolla blanca finamente picada, perejil y muchos condimentos.
El covid-19 es un disruptor, llegó para acelerar al mundo, de una forma trágica y dolorosa. Aún no sabemos qué sigue, sólo sabemos que se presenta en escenas.
Tengo en la cocina muchos ingredientes versátiles, que voy usando según el día, según la presión de trabajo y otras ocupaciones que tenga. Así debemos prepararnos en las organizaciones y en la vida personal para lo que viene, lo que estamos viviendo son escenas que hacen parte de los efectos del covid-19. Pero luego vendrán otras disrupciones, quizá algunas de manera consecutiva. Erosiones democráticas, cambio climático, singularidad.
El reto de quien lidera una organización hoy no es sobrevivir a esta pandemia. Lo que nos está diciendo la realidad es que debemos orientarnos en la oscuridad y darle dirección y sentido a las organizaciones, para no perder el rumbo. También debemos asegurar la continuidad y buscar adaptarnos y encontrar un punto de posicionamiento, para tener equilibrio en medio de tantos cambios vertiginosos.
Le pregunté a Mario sobre el alcance de sus diálogos con su equipo. Hoy, en este brutal cambio de era, debemos comunicarnos más a menudo tanto con nuestras familias como con quienes trabajan con nosotros. Debemos desarrollar la capacidad de entender a través de un familiar, por ejemplo, cómo están otros familiares. Más preguntas y escuchar más. Esas preguntas y esa escucha nos ayudarán a llenar la necesidad de estar con otras personas, algo que no podemos hacer ahora para evitar las cadenas de contagios.
Los diálogos de los que hablo deben ser profundos, constructivos. Si lo logramos, entonces vamos a tener más soporte para navegar en la tormenta.
Las escenas que hemos descrito vienen, se repiten, van generando aprendizajes. Los mejores aprendizajes se pueden narrar y nos ayudan a crecer.
Con Mario hablamos también sobre su alimentación, sobre su ejercicio y sobre sus metas. Me sentí pleno al saber que un líder debe ser siempre integral, pero hoy más que nunca.
Serví la mezcla de cous cous y verduras con pescado.