Como si se tratara de una película de terror, este jueves el plácido sueño de una madre y su hijo fue interrumpido por asesinos en una colonia de Comayagüela, en la capital de Honduras.
Arely Palencia y su vástago Allan Cerrato jamás imaginaron que la muerte los acechaba y que serían sacados de su propia vivienda para ser llevados a la muerte.
El reloj marcaba aproximadamente las 3:30 de la mañana cuando sujetos fuertemente armados ingresaron a la residencia ubicada en la colonia Australia de Comayagüela.
Sin mediar palabras los hombres armados sacaron a las víctimas por la fuerza para posteriormente quitarles la vida.
Minutos después, la escena era horrenda y a la vez desgarradora. Fue en la colonia La Soledad que los cadáveres fueron encontrados atados de manos y pies y desmembrados.
Ante el asombro y el miedo, vecinos reportaron a las autoridades el hallazgo de los restos humanos esparcidos en una calle de tierra.
De acuerdo con el relato de los vecinos que residen en el sector, a eso de las 3:30 de la madrugada escucharon los gritos de personas que suplicaban por sus vidas.
Sin embargo, los asesinos no cedieron ante tal petición y cometieron el espantoso doble crimen, escena que EL HERALDO decidió no mostrar por ser demasiado fuerte.
Parientes indicaron que Allan laboraba en una caseta de golosinas que funciona en el interior de una escuela de la colonia Unidad y Fuerza, mientras que su madre se dedicaba al oficio de la costura.
La señora Arely Palencia deja otros dos hijos, mientras que Allan Cerrato deja un niño, dijeron dolientes.