La mañana del pasado sábado medios nacionales hacían eco sobre la desaparición de un helicóptero de la Fuerza Aérea Hondureña donde se trasladaban Hilda Hernández, hermana del presidente Juan Orlando Hernández, junto a su cuerpo de seguridad y edecán.
La noticia llegó a oídos de la familia de Marcos Banegas, uno de los escoltas de la señora Hilda, quien también viajaba en el helicóptero.
Con el paso de las horas los familiares del Sargento Raso de las Fuerzas Armadas de Honduras, quienes no tenían información de su pariente, comenzaron a desesperarse y entonces los minutos fueron eternos.
Alrededor de las tres de la tarde, hora hondureña, la FFAA confirmó el hallazgo de la aeronave, al igual la noticias que todos temían, los seis tripulantes del FAH-905 no habían sobrevivido.
Hilda Hernández, Marcos Banegas, Nahúm Lagos, Patricia Valladares, Iván Esaú Portillo y Gersón Alcedín Díaz no sobrevivieron al imparto, luego que el helicóptero de estrellara en Yerba, Buena, Lepaterique Francisco Morazán, por causas aún desconocidas.
Las esperanzas de la familia Banegas de encontrar a su familiar con vida se esfumaron, así como los sueños del sargento 'trabajar duro y sacar adelante a su familia', como lo declaró la hermana, Maribel Banegas, quien también comentó: 'Su sueño era ser policía. El era un buen hermano y dijo que se iba para el ejército para apoyarnos'.
El padre de Marcos, Tulio Banegas, junto a su otro hijo Raimundo Banegas ya se encuentra en la morgue capitalina para reclamar el cadáver de su pariente y trasladarlo a su natal aldea El Pital en la Cuenca de El Cangrejal, municipio de La Ceiba, donde será velado.
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