Los pobladores fueron citados por las diferentes iglesias de la comunidad para pedir que no se repitan hechos sangrientos como el que se registró la semana pasada.
Padres de familia, niños y adolescentes llegaron al sector para cantar coros cristianos y alabar a Dios. En el lugar se contabilizaban más de cincuenta personas de todas las edades.
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La jornada de oración se realiza cinco días después de que hombres armados acabaran con la vida de ocho trabajadores del transporte público que departían en un expendio de bebidas alcohólicas.
El ataque también dejó a varias personas heridas, quienes fueron trasladadas por la Cruz Roja Hondureña a la sala de emergencia del Hospital Escuela Universitario.
Los testigos informaron que las víctimas eran cobradores y conductores de los buses rapiditos de la mencionada colonia y que solo los conocían como Jordi, Juan Baca, Cara de Macho, Rodrigo y El Sapito.
Al menos seis de los cuerpos quedaron en el interior del local, uno sobre el otro, mientras que dos más quedaron en la calle de la colonia.
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