TEGUCIGALPA, HONDURAS. -Por razones hasta ayer desconocidas, un hombre perdió la vida tras caer de manera estrepitosa desde el primer nivel hasta el sótano del Hospital Escuela Universitario, unos ocho metros de altura.
El incidente con saldo fatal ocurrió a eso de las 10:25 de la noche del viernes, en uno de los baños de la unidad de emergencias de cirugía de adultos del primer centro médico asistencial del país.
El fallecido respondía en vida al nombre de David Rafael Andrade Cruz, de 34 años de edad.
En estado de ebriedad
“Él andaba bebiendo y le dio como delirio de persecución porque se quería matar, ayer (viernes) agarró una piedra y se daba fuerte en la cabeza”, narró Rosalí Andrade, hermano mayor del difunto.
El pariente contó que “él llegó a visitarnos a mi casa en la colonia Estanzuela, llamé a mi sobrina para que lo trajeran y lo internamos en el hospital”, para que le curaran los heridas que se había provocado con la piedra, bajo los efectos del alcohol.
Después de unas horas de sueño, David Rafael fue internado a eso de las 11:00 de la mañana del viernes en el Hospital Escuela.
Intentó salir del hospital
Miguel Osorio, portavoz de esta entidad, manifestó que “el paciente muere a raíz de un intento de fuga fallido desde la sala de emergencias de este hospital”.
Osorio argumentó que, “de acuerdo al testimonio del personal médico, en horas de la noche él procuró salir de emergencias y se acercó al sector donde estaban los guardias, pero estos no le permitieron la salida”.
El pariente explicó que David Rafael “se encaminó por la parte de atrás de emergencias a un cubículo del personal de limpieza y es allí por esa ventanilla donde él intentó salir sin percatarse que en la parte baja se encontraba el sótano”. Al parecer, a Andrade Cruz ya le habían dado el alta médica, sin embargo, no había sido retirado por su familiares del Hospital Escuela.
Extrañan su actitud
Rosalí Andrade dijo que “él estaba solo, no puedo decirle yo quién tuvo la culpa, lo único es que no sabemos por qué no había seguridad, si para entrar es tan seguro por qué en esa área no había seguridad y a uno no lo dejan estar adentro con el paciente”.
David Rafael era un agricultor oriundo de la montaña de Azacualpa, pero desde hace algunos días decidió buscar trabajo en la capital, como ayudante de albañil. Para eso se vino a instalar a la colonia Los Pinos, donde vive una de sus hermanas. “Él era una persona relativamente sana, bebía, pero era esporádicamente, no era un enfermo alcohólico, nos extraña esa actitud de él”, expresó Rosalí.
El ahora fallecido era padre de una niña de dos años de edad, pero actualmente no vivía con ella.
Ayer, sus hermanos retiraron el cuerpo de la morgue del Ministerio Público (MP) y luego fue llevado hasta su natal Azacualpa, al oriente de la capital, donde le darán cristiana sepultura. El MP abrió un expediente para esclarecer esta muerte.