TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Crítico”, es el diagnóstico que dan los médicos sobre el estado de salud de Dennis Egdardo Álvarez, de 30 años de edad.
El comerciante, que recibió un disparo en la cara de manos del capitán y francotirador de las Fuerzas Armadas, Edwin Froylán Castro en el estacionamiento de un centro comercial de Comayagüela, lucha por su vida en una cama del Hospital Escuela.
EL HERALDO habló en exclusiva con la esposa de la víctima, Sonia de Álvarez, quien confía que Dios hará un milagro.
“Mi esposo Dennis está luchando por su vida y solo estamos esperando un milagro de Dios. Yo sé que va haber un milagro porque los doctores ya hicieron lo que tenían que hacer y está luchando por su vida”, mencionó la acongojada esposa.
“Los doctores dicen que la situación es crítica, pero yo digo que Dios va hacer un milagro”, repitió con tristeza la mujer.
Dennis Álvarez se encuentra interno en el área de recuperación de la sala de cuidados intensivos del Hospital Escuela Universitario, luego de ser intervenido por los especialistas. Lamentablemente perdió su ojo derecho.
Sonia se enteró de lo que le ocurrió a su esposo la noche del martes, a través de una llamada que le hizo el padre de Dennis, quien andaba con él en el centro comercial.
“Yo me dí cuenta porque andaba con el papá. Me acababa de mandar un mensaje donde me decía que ya iba para la casa y cinco minutos después me llaman para decirme del accidente”, detalló.
La mujer afirma que solo encuentra fortaleza en lo que dice la Palabra de Dios, pues es una mujer de fe, cristiana, que asiste a la iglesia evangélica Cristo Misionero, ubicada en la colonia Fuerzas Armadas.
“Aquí en el hospital los doctores solo dicen lo peor. Pero hay un Dios de poder que puede hacer todas las cosas nuevas”, dijo Sonia con convicción.
“Las personas se pueden escapar de las leyes terrenales, pero de las celestiales no, porque Dios tiene su justicia”, recalcó.
De compras
Dennis y su padre andaban comprando comida en el centro comercial.
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“Mi esposo andaba con el papá y la verdad que él me traía la cena. El papá dice que entró en ‘shock’ al ver lo que estaba pasando y la verdad que cualquier persona queda así”, manifestó.
Ante esa situación, la esposa y sus tres hijas con edades de 10, 7 y 4 años han puesto a Dennis en las manos de Dios.
“La verdad que allí solo Dios, pues lo he visto y no está consciente y lo que le pido a Dios es que haga un milagro con la vida de mi esposo”, expresó.
El hombre que ha dedicado parte de su vida a servir a Dios, tiene 14 años de vivir junto a Sonia y es el único que lleva el sustento al hogar.
Es por eso que la apesarada esposa espera que se haga justicia, porque afirma que ni su esposo ni su suegro andaban armados. “Si lo hubiera visto armado yo digo que le hubiera disparado, pero no andaba nada”, dijo.
Otra de las preocupaciones que tiene Sonia de Álvarez es que agentes de la Policía Nacional decomisaron el carro de Dennis y hasta la fecha no se lo han entregado.
“Yo necesito que me lo entreguen, porque el accidente fue en el carro del hombre que disparó. Yo necesito que me lo entreguen para ir a todos lados”.
Dennis es alguien muy querido, en la colonia donde reside junto a su familia lo conocen como una persona cristiana dedicada al comercio.