COMAYAGÜELA, HONDURAS.-Melanie, vení que te traigo algo, profirió a lo largo una voz juvenil. La muchacha de 22 años de edad bajó una pendiente desde su casa hasta el portón de acceso a la propiedad, para atender el llamado que le hacían.
Al llegar a la puerta, frente a ella estaba la figura de una adolescente, una jovencita vestida como colegiala, con prendas similares a las utilizadas por las alumnas del Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC).
Sin mediar palabras, con el pelo echado sobre su rostro, la presunta estudiante desenfundó una pistola que llevaba entre su falda y disparó en varias oportunidades contra Melanie.
Tenía dos hijos
Melanie Corea era madre de dos hijos, un bebé que hoy cumple tres meses de nacido y una niña que próximamente cumplirá tres años de edad.
Su madre relató que Melanie no estudiaba ni trabajaba, que sólo se dedicaba a las labores del hogar, a cuidar a los dos niños y que residía junto a sus abuelos maternos.
Otro de los parientes contó que su muerte podría estar relacionada con el padre de uno de sus hijos, que al parecer estaría vinculado a una pandilla, extremo que las investigaciones lo confirmarán o descartarán.
El cuerpo de la joven madre fue llevado a Medicina Forense donde le practicaron la autopsia médico legal, para continuar con el proceso investigativo.
Sus restos mortales fueron reclamados ayer por sus familiares y llevados para luego ser velados en un punto de la capital.
Las autoridades policiales no han dado detalles de la homicida, si en efecto se trató de una estudiante del ICVC o solamente habría utilizado el uniforme para cometer el crimen.
La auxilió la Policía
El incidente de violencia tuvo lugar en la colonia La Pradera, de Comayagüela, alrededor de las 5:00 de la tarde, del jueves.
Melanie Celeste Corea Aguilar cayó al suelo, fulminada de al menos tres disparos propinados por la supuesta estudiante.
Sus parientes que estaban dentro de la casa, que queda en una parte alta, al escuchar los disparos salieron para ver qu[e pasaba y vieron a Melanie tirada en el suelo, pero todavía consciente y con signos vitales.
Casi de inmediato una patrulla de una estación policial de la zona llegó al lugar del tiroteo y subió a la joven para llevarla al Hospital Escuela (HE).
Fue ingresada a la sala de emergencias del centro asistencial, pero a eso de las 8:30 de la noche del jueves su lucha por vivir terminó.
Las múltiples heridas laceraron partes vitales de su cuerpo que le provocaron la muerte, a pesar del esfuerzo de los médicos.
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