De los 18 reos asesinados, solo tres habían enfrentado juicio y habían sido condenados, según el reporte de las autoridades.
Otros esperaban presentarse, para los primeros meses de 2020, a los tribunales de justicia en Tela, El Progreso y San Pedro Sula.
Las víctimas eran de T ela, Yoro, El Progreso, Santa Bárbara y otras áreas de la zona norte.
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Según los registros de las autoridades penitenciarias, la mayoría de los muertos estaban presos por delitos de robo, portación ilegal de armas y homicidios.
Los privados de libertad que murieron estaban en los módulos de reos comunes donde compartían con el resto de la población penitenciaria.
Testigos señalan que fueron atacados por un grupo de mareros de la Salvatrucha que con pistolas los llegaron a atacar cuando estaban en sus camas y otros en la cancha del centro penitenciario.
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