CHOLOMA, HONDURAS.-“Aquí se va mi vida, pero también mi esfuerzo y mi trabajo”. “No le reprocho nada a Dios, pero simplemente no era el momento, pues faltaban muchas metas que cumplir”. Las anteriores fueron palabras de don Edgar Geovany Obando, padre de Edgard Josué Obando, el joven a quien una bala contingencial apagó el anhelo de convertirse en ingeniero agrónomo.
Los restos del muchacho, a quien un amigo le habría inferido un disparo por la espalda mientras manipulaba un arma de fuego en la Universidad de San Pedro Sula, eran velados el jueves en la sala de la casa de una colonia de Choloma.
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“Tenía muchos sueños, uno de ellos era graduarse para trabajar y ayudar a su papá y sus dos hermanitas para que terminaran los estudios”, dijo su madre Mercedes Alcerro.
En prisión
Porque sabía que al manipular una arma de fuego podía provocar daños, el universitario Henry Alexander Madrid Sosa, de 18 años, fue acusado de homicidio en perjuicio de su amigo Edgard Josué Obando Alcerro de 19. Además de homicidio, la Fiscalía acusó a Henry Alexander Madrid de portación ilegal de arma de uso comercial.
Luego de ser llevado a la audiencia de declaración de imputado fue enviado a la Penitenciaría Nacional de Támara (PNT).
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La acusación de la Fiscalía señala que el 26 de febrero dentro de un vehículo turismo, en un campus universitario, estaban cuatro amigos cuando Henry Madrid manipuló un revólver y le infirió el balazo en la espalda a su amigo Edgard Obando, quien estaba en el asiento del conductor. El grupo de muchachos iba a salir de la universidad a hacer un mandando en el carro de la víctima.