TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Fragmentos de cabellos cortos -distintos a los de una mujer- fueron encontrados en las prendas de vestir utilizadas el día de su muerte por la universitaria
Keyla Patricia Martínez Rodríguez.
Fue detenida por la Policía Nacional la noche del pasado 6 de febrero en la ciudad de La Esperanza.
Los primeros seis agentes policiales salieron en horas de la noche del Centro Integrado tras ser evaluados. Foto: Marvin Salgado/ EL HERALDO
Los análisis realizados por el Laboratorio de Biología de Medicina Forense a la ropa que llevaba puesta la extinta estudiante de Licenciatura en Enfermería revelaron la existencia de elementos pilosos.
Las pertenencias a evaluar fueron la blusa color beige, sin mangas, un pantalón negro tipo licra y un suéter, colores negro y azul; este último artículo fue enviado posteriormente a Medicina Forense, por razones no especificadas.
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Sin precisar de quiénes son y a falta de postreros estudios de ADN que se le practicarían a dichos indicios para comparar con el de sus posibles agresores, el hallazgo de los cabellos es sólo una muestra más que aportará elementos a la investigación de su muerte.
Descartada violación
Para descartar o confirmar las hipótesis en relación a su deceso, envuelto en un enigma, el Laboratorio de Serología de Medicina Forense estudió las muestras obtenidas mediante un hisopado vaginal practicado a la víctima y los resultados indican que no había presencia de semen en sus partes.
La conclusión no afirma del todo que no hubo violación o un intento de abuso sexual, sino que se descarta la existencia de este tipo de fluidos en las partes íntimas de la malograda.
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12 policías en cuestión
Por otra parte, el seguimiento de las averiguaciones para esclarecer el fallecimiento de Keyla Martínez ha llevado a las autoridades policiales y de justicia del país a someter a los entes jurisdiccionales a 12 elementos de la Policía Nacional que pudieron haber tenido contacto con la entonces arrestada.
El pasado jueves, en medio de un ambiente de extrema reserva por parte de sus mismos compañeros de armas, seis de los agentes policiales fueron custodiados desde la Secretaría de Seguridad hasta el Centro Integrado, en el barrio Los Dolores.
La razón de su asistencia a esa oficina legal fue para realizarles los estudios físicos de manera individualizada y conocer si en ellos hay huellas de los hipotéticos métodos de defensa que habría empleado Keyla, en caso de haber sido agredida.
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Estas evaluaciones podrían arrojar si algunos de los sujetos a investigar tienen estas señales de defensa, como escoraciones, mordeduras o aruñones.
En el caso de que algunos de ellos tengan ese tipo de lesiones cutáneas o a flor de piel, serán elegibles para practicarles exámenes de ADN y comparar con los restos ungueales, o mejor dicho, los residuos hallados en las uñas de las manos de la universitaria Keyla Martínez.
Los otros seis policías requeridos para investigación asistirán hoy al Centro Integrado para que también pasen por el mismo proceso que quienes les antecedieron el jueves.
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En las evaluaciones participan cuatro médicos del Departamento de Clínica de Medicina Forense, así como otro personal técnico de la institución.
Dentro de diez o más días podrían conocerse los resultados de los análisis realizados a las partes extraídas del cadáver de Keyla Martínez, luego de estudios realizados por el Laboratorio de Histopatología, en esa oficina médico legal.
Nuevo rumbo a la investigación
En declaraciones oficiales que el médico Edgar Velásquez realizó al Ministerio Público, relató que “una vez mi amiga Keyla ingresada allí (en la celda), la escuchamos que lloraba, diciendo que se encontraba sola; sáquenme de aquí, ayuda y pateaba la puerta de la celda”, dijo el médico. Narró que “después de una hora en esa celda ella dijo: yo me voy a matar, y después no volvimos a escuchar nada de ella y por lo mismo comenzamos a gritar”.
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