SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Un individuo irrumpió en su vivienda con el único propósito de dejar luto y dolor dentro de esta al matar a dos miembros de una familia.
Una niña de apenas nueve años y su tío fueron las víctimas del nuevo hecho violento en la comunidad de Yorito, Yoro.
El crimen de la pequeña Ana Victoria Ramírez (9) y José Ángel Ramírez (22) ocurrió la noche del domingo en el barrio Las Acacias, pero fue hasta el lunes que transcendió la noticia.
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El relato
Don José Gregorio Ramírez, abuelo y padre de las víctimas, relató que las 8:30 de la noche de ese día estaba en su vivienda con su hijo que apodaban “Capullo”, su nieta y otros parientes.
De repente escuchó que un individuo estaba queriendo derribar la puerta de la casa y le gritaba a su hijo “Capullo, abrime”. El joven José Ángel se levantó de donde estaba sentado y el tipo abrió la puerta y le disparó con una pistola. En esos momentos venía la niña Ana Victoria y el homicida también le disparó en la cabeza en dos ocasiones.
Después el sujeto remató a José Ángel, quien había quedado herido boca abajo en el bordo de su cama.
Don José Gregorio dijo que le costó abrir la puerta de su dormitorio y cuando salió el hombre ya iba huyendo por la puerta de la cocina.
Manifestó que la muerte de su hijo puede provenir porque el sábado cuando estaba departiendo con un amigo este fondeó y unos tipos lo estaban golpeando y él intervino para que no lo golpearan. Dijo que su nieta estaba en segundo grado y les decía que quería ser policía.
