El desalmado criminal nunca se equivocó al asegurar que a su víctima se la llevó Dios, pues la Biblia dice que el reino de los cielos es para los niños.
En lo que falló fue en tratar hacer creer que su hijastra, de 2 años de edad, a quien le quitó la vida y enterró en una labranza, había desaparecido en forma misteriosa.
El desalmado mató a la pequeña a golpes entre la 1:00 y 2:00 de la madrugada del miércoles, supuestamente porque lloraba en la noche y no lo dejaba dormir, según su confesión.
Tras consumar el crimen cargó con el cuerpo en hombros a unos 600 metros de la casa, cavó con un azadón y lo sepultó a flor de tierra.
El repudiable crimen ocurrió la fría madrugada en una hacienda situada en la aldea Las Marías, municipio de Guaimaca, Francisco Morazán, donde las autoridades competentes desenterraron el cadáver de la menor Shelsy Vannesa Amador Varela.
El presunto autor material del crimen, quien responde al nombre de Elmer Isaí Ilías Martínez, de 26 años, originario de Catacamas, Olancho, fue capturado por la Policía.
También fue requerida la madre de la víctima, una menor de 17 años, para efectos de investigación.
La pareja tenía apenas cuatro días de haber empezado a trabajar en el lugar, de acuerdo a lo relatado por un testigo.
Según el dictamen preliminar, la infortunada murió a causa de severos golpes en la cabeza, además, una fuente policial reveló que presentaba indicios de haber sido ahorcada.
Un equipo de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) inició las averiguaciones de rigor con el fin de esclarecer el caso.
Una de las versiones que conoció la Policía es que el individuo amarró a la niña del cuello con una cabuya y la llevó colgada en los hombros hasta el sitio donde la enterró.
El macabro crimen
El inspector de policía Lorbin Mejía informó que se enteraron de lo sucedido a través de una llamada anónima en la que denunciaban la desaparición de la menor.
Al llegar a la hacienda, propiedad del señor Adalid Moreno, interrogaron a Ilías Martínez, quien sin ocultar su estado de nerviosismo les aseguró que su hijastra había desaparecido misteriosamente de la habitación.
Ante el acoso de la autoridad, el desnaturalizado confesó su crimen y dirigió a los policías hasta el lugar donde enterró el cadáver.
“El padrastro manifestó el lugar en donde había enterrado a la niña, después de haberle dado muerte”, expresó el oficial Mejía.
El fiscal del Ministerio Público, Sendy Romero, dijo que seguirán con las diligencias investigativas, porque “no sabemos qué ha causado la muerte y está pendiente de autopsia”.
Un equipo de la DNIC realizó una inspección en la habitación donde dormía la pareja en busca de evidencias que puedan ayudar al esclarecimiento del crimen.
Este es el tercer caso de violencia contra niños a manos de sus padrastros que trasciende en el transcurso de enero.
En San Pedro Sula, una niña de 2 años fue salvajemente atacada
por la pareja de su madre. El caso tuvo un final feliz para la niña, que ahora está a cargo de su padre.
También en San Pedro Sula, una adolescente de 15 años fue golpeada con un tubo
por su padrastro, quien intentó abusar sexualmente de ella, según los informes policiales.
