La Policía Preventiva capturó ayer a cuatro elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) sospechosos del secuestro de un comerciante en el mercado Zonal Belén de Comayagüela.
Los militares son el subteniente de Infantería German Josué Hernández Velásquez (26), y los soldados Josué Jeremías Rodríguez García (22), Santos Raúl Antúnez Fúnez (26) y Noé Moisés García Rodríguez.
Según información oficial, García Rodríguez tenía una orden de captura pendiente por el delito de robo agravado y posesión ilegal de armas.
La captura de los cuatro hombres que andaban de civil se produjo alrededor de las 5:00 PM del miércoles.
Los hechos
Una llamada a la línea de emergencia 911 alertó a la Policía Preventiva del secuestro del comerciante Luis Portillo Betancourth (43) en su negocio ubicado en el Zonal Belén.
Los militares llegaron al local y le dijeron que debía acompañarlos porque tenían una orden de captura en su contra.
El comerciante trató de resistirse, pero finalmente fue llevado a la fuerza por los sujetos. Una vez dentro del vehículo, según el testimonio de la esposa de Portillo, que pidió omitir su nombre, los sujetos hicieron una llamada que pusieron en altavoz, para avisar que llevaban al objetivo en su poder. La orden del otro lado del teléfono fue matarlo.
No obstante, los policías militares dijeron al comerciante que si les daba 120 mil lempiras no le harían daño.
Mientras la camioneta gris avanzaba, un cuñado de Portillo Betancourth lo iba siguiendo en su vehículo y alertaba a la Policía del recorrido, lo que permitió el pronto rescate de la víctima.
Los elementos de las Fuerzas Armadas de Honduras asignados a la PMOP se conducían en una camioneta color gris, sin placas, marca Hyundai Tucson, año 2005, que fue interceptada unos cinco minutos después del secuestro.
Los cuatro detenidos fueron remitidos a la cuarta estación policial de Comayagüela, donde fueron puestos a la orden de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC). El comerciante acusó a los cuatro policías militares ante el Ministerio Público por el delito de privación indebida de libertad.
A los efectivos se les decomisaron varios chalecos antibalas y armas de fuego.
Al respecto, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Fredy Díaz, calificó el hecho como una “situación lamentable” y aseguró que no se escatimarán esfuerzos para poner ante la justicia a los miembros de la institución que hagan cosas indebidas.
“No hay posibilidades para que los delincuentes estén en nuestra institución”, enfatizó.
Dijo que los jefes inmediatos que fallaron en los filtros en el caso del militar que tenía orden de captura cuando ingresó a las FF AA, deberán rendir cuentas porque los controles que deben haber “no deben fallar para eso”.