Un sacerdote fue acusado de haber violado a una adolescente de 15 años en San Juan, Intibucá, al occidente de Honduras.
La denuncia fue interpuesta por el padre de la menor, José Máximo Cantarero, a través de la emisora local HRN.
El progenitor acusó que el sacerdote Francisco Rivas llevó a la menor hasta una habitación de la iglesia local y le exigió que se quitara la ropa.
Después procedió a ”tocarle partes íntimas de su cuerpo” y le dijo ”que él tenía una pomada que la había traído de los Estados Unidos para que le devolviera la virginidad a las adolescentes”.
El indignado padre de familia aseguró que el mismo sacerdote ha llevado a la iglesia a menores de varias comunidades hondureñas para dar rienda suelta a ”sus bajos placeres”.