TEGUCIGALPA, HONDURAS.-“Ayudame hija, ayudame, ya no aguanto más, que me voy a morir”.
Esas fueron las palabras que Rosalina Meza, de 43 años, le decía a su hija Mercy Navarro. Sin embargo, su hija no podía ayudarle porque sufrió una fractura en su pierna derecha y tenía al niño de ocho años encima.
El estado de salud de la señora es delicado, está con oxígeno. Ella sufrió fracturas en su cadera, su pierna derecha y su brazo izquierdo.
El mismo martes que fue ingresada a la emergencia del Hospital Escuela Universitario fue operada, porque se fracturó.
La señora iba en el segundo asiento, detrás del conductor del microbús, tras el impacto, la mitad de su cuerpo quedó atrapado entre el amasijo del hierro del microbús.
La familia es originaria de Juticalpa, Olancho, Algunos familiares que residen en Estados Unidos viajaron de emergencia preocupados por ella.
“Venían de celebrar los 15 años de mi sobrina, estuvimos felices allá (EE UU) celebrando”, contó Esmeralda Meza, hermana de Rosalina.
