TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un confuso y doloroso hecho ocurrió la mañana de este martes en la colonia Nueva Jerusalén de Tegucigalpa, capital de Honduras, cuando se reportó la muerte de una pequeña de apenas tres años de edad.
La víctima fue identificada como Mía Monserrath Álvarez, quien habría muerto a causa de un fuerte golpe propinado por su propia madre.
La mujer, que responde al nombre de Daysi Estefanía Álvarez Montoya, fue capturada por las autoridades, luego de que presuntamente acabara con la vida de su pequeña y dejara su cuerpo tirado sobre el suelo.
El hecho habría ocurrido dentro de esta vivienda de madera, hasta donde llegaron las autoridades forenses para el levantamiento del cuerpecito. Foto: Estalin Irías/ EL HERALDO
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A la escena llegaron familiares y vecinos, quienes lloraban descontrolados sin entender lo ocurrido, pues describieron a la niña como una pequeña saludable y alegre y a su madre como una mujer responsable.
La víctima fue identificada como Mía Monserrath Álvarez, quien habría muerto a causa de un fuerte golpe propinado por su propia madre.
La mujer, que responde al nombre de Daysi Estefanía Álvarez Montoya, fue capturada por las autoridades, luego de que presuntamente acabara con la vida de su pequeña y dejara su cuerpo tirado sobre el suelo.
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Versiones
Según se conoció, habría sido la abuela de la menor quien encontró a la pequeña Mía ya sin vida en la sala de la humilde vivienda, por lo que procedió a buscar a la madre de la niña, pero se llevó la sorpresa de que esta se había encerrado en una habitación, presumente con el objetivo de quitarse la vida.A la escena llegaron familiares y vecinos, quienes lloraban descontrolados sin entender lo ocurrido, pues describieron a la niña como una pequeña saludable y alegre y a su madre como una mujer responsable.
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'Extrañamos lo que pasó, porque viera como la cuidaba. Era una buena madre, ella me visitaba mucho con la niña y yo miraba como la cuidaba', repetía desconsolada una de las vecinas, quien en medio de la impotencia abrazaba a otras mujeres y lloraba intentando asimilar lo ocurrido.
Por su parte, una maestra de la iglesia donde la menor asistía dijo que la pequeña disfrutaba danzar con las alabanzas en el centro religioso y también se mostró sorprendida ante los presuntos hechos.
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