Tegucigalpa, Honduras.- El coronel Ramiro Fernando Muñoz Bonilla, comandante de la Policía Militar de Orden Público (PMOP), aseguró que el intento de fuga en la Penitenciaría Nacional de Támara, que dejó dos reos muertos “fue patrocinado por narcotraficantes”.
Del mismo modo, señaló que el abogado de un privado de libertad fue el que alertó a medios de comunicación que se iba a producir la reyerta y no a las autoridades del centro penitenciario.
“Estaba planificado y entiendo yo, solo que yo no puedo probar eso, que eso fue patrocinado por narcotraficantes que están encerrados, porque todos los narcotraficantes que estaban en los centros anteriormente y que hacían lo que querían están en un solo módulo y entiendo que un abogado llamó a algunos medios o algún medio para hacerle saber que iba a existir eso, excepto a nosotros que somos la autoridad”, declaró Muñoz.
Al ser consultado por las motivaciones de los reos para realizar un nuevo amotinamiento, reveló que los privados de libertad no quieren que se “mantenga en su cargo”.
“Esto es una niñería, pero el propósito es que su servidor no esté ahí” (presidente de la comisión interventora de centros penales).
Del mismo modo, indicó que los propios privados de libertad solicitan cambios de centros penales, esto debido a las acciones realizadas en la intervención de las cárceles.
“Tenemos mil solicitudes en todo ahorita, no sé cuántos están pidiendo que se le saque que no estén ahí que se le tomen las consideraciones porque a través del tiempo han vivido como han querido y se les ha permitido todo, el narcotráfico ha gobernado en los centros penales junto a maras y pandillas y ya no lo van a hacer no lo van a hacer y eso el pueblo hondureño lo debe tener clarito”, declaró Muñoz.
Asimismo, descartó la fuga de algún reo y confirmó que ningún oficial penitenciario o militar resultó herido en el amotinamiento, puesto que no hubo cruce de disparos durante la reyerta.
“No se fugó ninguno en lo absoluto, si se hubiera fugado yo lo digo yo no tengo problema para decir la verdad y lo otro es que queda corroborado que es bien difícil la limpieza dentro de un centro penal que nadie esté armado, se confirma que no hubo cruce de disparos entre reos y militares”, agregó el titular de la Comisión Interventora de los centros penales.
En ese sentido, Muñoz aseguró que las medidas en los centros penitenciarios se mantendrán y señaló que es a través de pagos que se pueden ocasionar amotinamientos dentro de los centros penitenciarios.
“En este tema no vamos a retroceder, las cárceles no van a volver atrás las cárceles, no van a ser lo que han sido a través del tiempo por eso a mí me extraña que, por ejemplo, un lugar donde está tan recuperado, tan cómodo como este, estos tomen un tipo de medida, pero si son pagados si dos tres cuatro bárbaros de ahí pueden gestionar que se dé este tipo de cosas (amotinamientos)” consideró el coronel de la Policía Militar.
Dos muertos deja intento de fuga
Los fallecidos fueron identificados por el coronel Ramiro Fernando Muñoz, presidente de la Comisión Interventora de los Centros Penales como Carlos Andrés Soler y José Alejandro Cruz Cruz, uno de ellos expiró en el interior de la cárcel y el otro en la sala de emergencias del Hospital Escuela.
Mientras que los heridos fueron identificados como: Óscar Rolando Cruz Romero, Óscar Daniel Quinquina y Marco Tulio Roque Zúñiga. Los reos intentaron fugarse y se activaron las alertas, por lo que los agentes penitenciarios y los miembros de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), evitaron la fuga.
Del mismo modo, se informó que no hubo disparos en el interior de la Penitenciaría Nacional, que dejó como resultado los dos muertos y los tres heridos. Personal de Medicina Forense, Ministerio Público y Dirección Policial de Investigaciones (DPI), reconocieron y levantaron esta madrugada el cuerpo del privado de libertad que murió dentro del centro penitenciario, al igual que en el Hospital Escuela.
Se espera que las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario den mayores detalles de lo ocurrido en horas de la media noche, donde los privados de libertad volvieron a generar desorden en los centros penales.