La Venta, Honduras
Con sus botas puestas, la fatiga y su arma de reglamento fue encontrado muerto un sargento raso del Ejército hondureño, a escasos metros del batallón al que estaba asignado.
El hecho ocurrió en el poblado de La Venta, jurisdicción del Distrito Central, a 37 kilómetros de la capital.
Se trata de Jorge Luis Fuentes Rodríguez, de 26 años de edad, de rango sargento raso, establecido en el Primer Batallón de Fuerzas Especiales.
El militar fue hallado por sus propios compañeros, ya inerte y recostado sobre una motocicleta de su propiedad, justo en la entrada al polígono de práctica de tiro al blanco, muy cerca de la base principal de este batallón.
A simple vista, a sus compañeros de armas les pareció que estaba dormido, pero después de unos minutos sin respuesta constataron que estaba muerto.
Lea además: Rescatan a recién nacida que había sido raptada
Un disparo en el abdomen
Fuentes Rodríguez tenía un disparo certero en el lado derecho del abdomen, el cual le habría quitado la vida.
Cerca de su cuerpo estaba una pistola semiautomática, tipo escuadra, arma que estaba asignada al sargento raso.
Según relataron a EL HERALDO los pobladores de La Venta, que se acercaron a curiosear a la escena del crimen, en horas de la madrugada se escuchó un fuerte tiroteo cerca de un expendio de alcohol de la zona.
“Creímos que era en el batallón porque como ahí disparan de vez en cuando, por eso uno no le pone mucha atención”, dijo un vecino del lugar, que prefirió el anonimato.
Elementos de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) encontraron en la escena dos botellas de cerveza aún con la tapa, lo que hace presumir que pudo haber andado en estado de embriaguez.
El coronel y comandante de Fuerzas Especiales, Willy Oseguera, manifestó que “él debía estar dentro de la unidad, no sabemos qué hacía afuera del batallón”.
“Era uno de nuestros sargentos antiguos, tenía ya cinco años de estar en servicio y en todos los cursos de combate nuestros”, dijo Oseguera.
Un familiar del agente militar confió a EL HERALDO que “dos de sus compañeros ya están detenidos en el batallón, parece que los tres se habían salido en la noche”.
Aunque las autoridades que investigan el caso aún no se han pronunciado sobre el hecho, las primeras hipótesis indican que uno de sus propios compañeros le habría quitado la vida por razones que todavía se desconocen. El fallecido era originario del municipio de Orica, Francisco Morazán.