TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Soñaba con ser maestra. Era una niña inquieta y muy inteligente.
Sin embargo, los anhelos no se le cumplieron a la pequeña Emily Alexandra Roque Gonzales, de seis años de edad, porque un incendio acabó con su vida.
El siniestro se registró a eso de las 11:00 de la mañana del 5 de enero en la colonia Fernando Calderón, ubicada en la parte baja del sector 7 de la colonia 21 de Octubre de la capital.
María Victoria Carbajal fue la maestra de preparatoria de la pequeña Emily Alexandra en el Centro de Prebásica (Cepreb) Sonrisas Infantiles de la colonia 21 de Octubre.
“Era una niña muy inteligente, pues la preparatoria la cursó con excelencia académica y este año iba a primer grado”, dijo la apesarada maestra con lágrimas en sus ojos.
“Era una niña muy inquieta, especial y quería ser maestra cuando fuera grande. Siempre participaba con alegría en cada una de las actividades, pues junto a ella eran doce compañeros”, recordó la profesora María Victoria.
Una de las cosas que le apasionaba a Emily era leer la Biblia y se aprendía los versículos. El pasaje favorito era: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”, que se encuentra en la primera carta de Samuel.
La desafortunada menor era amante de la comida china y en especial el arroz chino, al igual que los cereales.
Además, tomaba jugos naturales y mucha agua porque aprendió en el kínder que beber agua era lo más saludable.
Además: Las 15 dramáticas imágenes del incendio en la Fernando Calderón
Única
Emily Alexandra era la única hija y vivía con su madre Karla Roque, quien trabaja en una de las cuadrillas de tránsito vial de la Alcaldía del Distrito Central.
Pero era una bebé muy apegada a su abuela Josefina, a quien solo le decía mami Jose, pues era quien en muchas ocasiones la cuidaba y la iba a dejar y a traer al kínder.
En el momento de la tragedia la menor se encontraba sola en el interior de la pequeña vivienda, pues su madre había salido a la pulpería a comprar la provisión y preparar los alimentos.
Al regresar la acongojada madre se encontró que varias casas ardían en llamas, por lo que al ver lo que ocurría se desmayó y de inmediato fue trasladada a un centro asistencial por miembros del Cuerpo de Bomberos.
 |
Un grupo de vecinos no permitieron que las autoridades de Medicina Forense, Fiscalía y Dirección Policial de Investigaciones (DPI) reconocieran y levantaran el cadáver para trasladarlo a la morgue.
Llegaron con el ataúd, levantaron el cuerpecito calcinado y se lo llevaron para una iglesia donde lo empezaron a velar. Las llamas consumieron en su totalidad a ocho viviendas y afectaron otras cuatro casas más, que en su mayoría estaban construidas de madera y láminas de zinc.
Óscar Triminio, jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos, detalló que las ocho viviendas quedaron reducidas a cenizas y dejaron en la calle a alrededor de 80 personas, entre niños y adultos. “Las causas del incendio están en proceso de investigación”, dijo Triminio.
La tarde del viernes dos niños murieron calcinados en los Bordos del Limonar en San Pedro Sula cuando un incendio arrasó con la pequeña vivienda en la que se encontraban durmiendo.
