En la audiencia inicial se presentaron este jueves la pareja de hondureños que fue enviada a prisión en detención judicial por trabajar junto a sus hijos como payasitos en las calles sampedranas, al norte de Honduras.
David Alexander Abrego y Claudia Rosmeri Estrada son acusados de mendicidad forzada por parte de la Fiscalía Especial de Protección a la Niñez en perjuicio de cinco menores, que son sus hijos, según un reporte conocido por los medios de comunicación.
El proceso se lleva a cabo en los Juzgados de Letras de lo Penal de San Pedro Sula, donde se resolverá si los dejan en prisión preventiva o recuperan su libertad con un sobreseimiento provisional o definitivo.
El caso ha levantado revuelo en Honduras, pues el caso de la familia de payasitos se dio a conocer en las redes sociales por un universitario con la esperanza de visibilizar su situación y ejemplo, pero meses después la Dirección de la Niñez, Adolescencia y la Familia (Dinaf) se encargó de separarlos.
'No hay ninguna justificación'
Ante el reclamo de la gente, la jefa de Protección de los Derechos de Dinaf, Nolvia Herrera, argumentó que no hay ninguna justificación para llevar a los niños a trabajar como payasitos.
'No hay que buscar una justificación de pobreza, una justificación de hambre, una justificación que no hay trabajo', sostuvo Herrera, por lo que descartó que no tiene validez la visión que esa es 'la única manera con que yo puedo sobrevivir y hacer subsistir'.
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La funcionaria de Dinaf aclaró que 'está bien que los adultos hagan su trabajo, pero los niños, no', por lo tanto enfatizó que 'no estamos en favor del trabajo infantil o la explotación infantil'.
Herrera justificó la denuncia contra los progenitores: 'Detrás de un niño siempre hay un adulto, sea que sean sus padres, son igualmente los que los vulneran'.
¿Cómo afecta esta situación? Los vulneran en el sentido que los exponen al peligro, al calor, el hambre, el maltrato, a que sean objetos de alguna burla, detalló.
En ese sentido, ejemplificó que los menores deben estar en la casa o la escuela, o ya sea jugando o estudiando.
'En ningún momento sé que los niños están conscientes, porque son menores y son influenciables por las personas adultas, para percibir un rubro', consideró.
Ante lo expuesto, Herrera sostuvo que Dinaf actuó acorde a la ley, pues la institución estaba en la obligación de aplicar una 'medida de protección inmediata para que los niños no sigan siendo expuestos a maltratos, vulneraciones mayores, riesgos o peligros de mayor alteración'.
Aunque el proceso continúa, aclaró que el objetivo final es la reintegración de la familia, siempre y cuando los progenitores desistan de su acción y los menores no enfrenten ningún peligro.
La pareja ha permanecido seis días en el centro penal de San Pedro Sula mientras que los cinco menores están en custodia de la Dinaf.
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